Pocos sectores de la economía argentina pueden mostrar mejores tasas de crecimiento y agregado de valor que la vitivinicultura. En 2007, la agroindustria derivada de la uva volvió a romper todo los récords: aunque aún no están los números definitivos, se prevé que las exportaciones lleguen a US$ 650 millones, un 30 por ciento más que en 2006. El incremento se debe casi en partes iguales al aumento de los volúmenes exportados y a la suba de los precios internacionales, que hacia mitad de año retomaron la senda ascendente. Según cifras provisionales, la mayor parte de las exportaciones corresponde a vinos (más de US$ 500 millones), el resto son mostos -jugos de uva resultantes del proceso de vitivinificación- y espumantes.
De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) hasta noviembre pasado se exportaron vinos por US$ 496 millones, 111 millones más que en igual período del año anterior. "Por lo general, noviembre y diciembre son meses más bajos debido a que la mayor parte de los embarques para las Fiestas se realizan hasta octubre. Pero de haberse mantenido una tasa de crecimiento de al menos 15%, las ventas habrían alcanzado los US$ 650 millones", detalló un informe de Caucasia Wine Thinking, consultora mendocina especializada en comercio exterior de vinos.
"A la mejora de los vinos locales se suma la apreciación de la moneda de algunos competidores como Chile", agrega un relevamiento de IES Consultores. Según ese estudio, en los primeros 10 meses del año "las mayores tasas de crecimiento estuvieron centradas en Estados Unidos y Brasil, que compraron un 40% más.
También fue favorable el desempeño de las compras de Rusia, que exhibieron un incremento de 58%, y un importante avance de las ventas a México, que continuarían en los próximos años a partir de verse los vinos y mostos beneficiados por un acuerdo bilateral". En vinos a granel se destaca el arribo -en septiembre- de Australia como fuerte comprador de blancos. Ese mercado, que padece gran escasez de este producto, podría profundizar las compras en 2008.
Los vinos argentinos llegan a 116 mercados. Los principales destinos son Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Rusia. Entre los cinco suman el 56,3% de la facturación por exportación en este rubro. Casi el 30% del volumen embarcado corresponde al varietal malbec, que, aunque francés de origen, es considerada la variedad insignia de la Argentina.
A pesar de que buena parte del crecimiento se explica por la suba de los precios de los vinos a granel, el 60,2% de la facturación proviene de los envíos de vino fraccionado en botellas y sólo el 8,4%, del granel. En octubre pasado, el sector vitivinícola había superado el récord exportador de 2006 (US$ 497 millones). Ese mes se embarcaron vinos y mostos por US$ 77,5 millones.
Las cinco principales bodegas exportadoras son Peñaflor (Trapiche, Las Moras), Esmeralda (Catena Zapata), Trivento, La Agrícola (Zuccardi) y Norton (Chandon). Las exportaciones crecen en el orden del 30% anual desde 2003 y el objetivo del sector es llegar a US$ 900 millones en 2010, meta que podría alcanzarse antes de esa fecha.
"El año pasado fue muy bueno, a pesar de que se mantiene estable el consumo per cápita en el mercado interno. A 2008 lo vemos, a priori, como un año más trabajoso, por una menor tasa de crecimiento económico y un mercado muy competitivo", afirmó Alejo Berráz Schang, gerente de marketing de las bodegas del grupo Peñaflor.
"Registramos un aumento del 30% en nuestras exportaciones a más de 42 países", celebró Sebastián Alén Guichón, de Zuccardi.
Por José Crettaz, Diario La Nación