La Cooperativa de Chinchillas Rioplatenses vendió 23 mil pieles por un valor de más de 900 mil dólares a la empresa italiana IRPA en lo que va del año, con lo cual ya superó en 15 por ciento las exportaciones de todo 2006. La cooperativa cerró la tercera venta de este año a la empresa italiana, con un total de 9.500 pieles valuadas en un promedio de 40 dólares por unidad, que se suman a las 8 mil vendidas en marzo y las 5.500 en junio a similar valor. De este modo, las ventas ya registran para este año una exportación récord de 23 mil pieles, que superan en 15 por ciento las 20 mil piezas de 2006, y duplican las 11 mil registradas en 2005.
En este contexto, los productores proyectan una cuarta venta a fines de diciembre: "se está faenando en este momento casi 100 pieles por día en todos los criaderos y seguimos faenando todos los días, así que se van a vender unas cuantas más a fines de diciembre", explicó Osvaldo Villalba, titular de la cooperativa argentina, que reúne a 150 criaderos.
La Cooperativa de Chinchillas Rioplatenses, ubicada en La Plata, cuenta con 150 criaderos desde San Carlos de Bariloche hasta la provincia de Entre Ríos, aunque la mayoría están radicados en territorio bonaerense.
"Nosotros vendemos a Italia; el camino de nuestras pieles es de Argentina van a España, Soria, donde se curten las pieles, de la curtiembre van a Milán y de ahí se venden a los que hacen los tapados, que en nuestro caso son Fendy y Christian Dior", detalló Villalba.
Los tapados de chinchilla se confeccionan con alrededor de 100 pieles y son prendas que cotizan en Europa entre 60 mil y 80 mil dólares. El 100 por ciento de las chinchillas que generan los criaderos de la cooperativa son exportables: "la calidad que tiene Argentina en genética es muy importante", afirmó.
"Durante la época en la que el dólar valía un peso compramos la mejor genética, que es la que estaba en Estados Unidos, era barato comprar chinchillas y traíamos siempre de Estados Unidos, de Alemania, de Dinamarca, donde se podía comprábamos reproductores y así hacíamos una buena genética", explicó Villalba.
Al respecto, el criador definió que "el mercado valora ese degradé blanco, gris y negro. La chinchilla y la marta cibelina, que se produce en Rusia únicamente, son las pieles más caras del mundo".
"En chinchillas, Argentina es ahora el primer exportador mundial, segundo está Brasil, pero tiene mala calidad de reproductor y produce muchísimo menos, y después viene Croacia, que está dejando de producir porque no le dan los costos", agregó.
Las pieles de chinchilla argentinas se venden principalmente a Italia; Canadá, uno de los grandes acopiadores del mundo; y España, que registra exportaciones pero no es un mercado sino un país de tránsito donde las pieles se curten.
La cooperativa firmó en diciembre de 2005 un contrato con la empresa italiana IRPA, en el cual se comprometió a vender 35 mil pieles anuales. "El año pasado llegamos a 20 mil, por eso estamos buscando la manera de seguir abriendo criaderos y producir cada vez más", indicó.
En ese sentido, el productor detalló que: "tenemos planes de crecimiento dentro de la cooperativa, los criaderos grandes (que tienen entre 200 y 300 hembras y producen unas mil pieles al año) le dan pieles a los criaderos más chicos, además no faenamos hembras, los criaderos que ya faenan hembras se las pasan a los criaderos más chicos que no tienen hembras para que vayan creciendo más rápido".
Además, "en el año instalamos 25 criaderos más en Mar del Plata, Gran Buenos Aires y La Plata, y tenemos unos 15 más para instalar de acá a fin de año en el Norte de la provincia de Buenos Aires, Arrecifes, Chivilcoy y en Mar del Plata", señaló Villalba.
"Estamos duplicando lo del año pasado, en pieles siempre venimos creciendo un 40 por ciento anual", afirmó. A precios internacionales, la piel de primera calidad se paga 48 dólares y en Argentina, actualmente, producir una piel cuesta entre 10 y 12 dólares.
En este contexto, los productores apuntan a generar una cadena de valor: "para las prendas tenemos un proyecto a largo plazo también con la empresa italiana que es empezar a capacitar gente acá para que haga prendas porque es mano de obra muy barata, requiere inversión y otros caminos que no pensamos que estén en menos de 10, 12 años", concluyó. Télam