Por primera vez un grupo, que tiene todos sus negocios vitivinícolas en la Argentina, está entre los diez más importantes en producción del mundo, a la altura de gigantes como los norteamericanos Constellation Brands, E&J Gallo, los franceses Pernod Ricard e incluso por encima de los chilenos Concha y Toro. Se trata del Grupo Peñaflor, que se ubica noveno a nivel mundial y primero en Sudamérica, según un ranking de producción de la consultora internacional Rabobank. Con un volumen de producción de 19 millones de cajas de 12 botellas, Peñaflor se ubica 9° en el ranking, por encima de Concha y Toro que tiene 16 millones, (10° lugar) y por debajo de los alemanes Schloss Wachenkeim que producen 20 millones y están en el puesto 8°.
El primero es Constelación Brands que tiene un volumen de producción de 87 millones de cajas de 12 botellas cada una, seguido de E&K Gallo con 65 millones, según Rabobank.
Con una trayectoria de más de 100 años, 1.700 empleados, más de 3.000 hectáreas propias de viñedos en producción caracterizadas por la diversidad geográfica, climática y de altura, el Grupo Peñaflor está está integrado por las bodegas Trapiche, El Esteco, Finca las Moras, Michel Torino, Santa Ana, Andean Viñas y Peñavid, que elabora los vinos Termidor.
El grupo es propiedad del fondo común de inversión de origen norteamericano DLJ (Donaldson Lufkin & Jenrette), propiedad del Credit Suisse First Boston desde el 2000. El DLJ llegó al país en 1995, pero recién en 1997 concretó una operación clave con la compra de 20% de Peñaflor y el rol de socio financista en el avance de la bodega sobre otras competidoras: Peñaflor compró a Trapiche, Santa Ana y Michel Torino. En octubre de 2002, finalmente, DLJ capitalizó sus acreencias contra Peñaflor y se quedó con el 92% de las acciones de la bodega e inició un cambio de gestión que no sólo apostó por la exportación, sino que también por crecer y fortalecer el mercado interno argentino, informaron desde Peñaflor.
La empresa argentina espera terminar el 2007 con ventas internas y externas por $577 millones, una cifra sensiblemente mayor a los $203 millones de 2002.
En 2007, además, se espera llegar a U$S80 millones en exportaciones gracias a su llegada a 65 países del mundo y se mantiene la meta de alcanzar los U$S100 millones a fines de 2008, algo nunca registrado en la historia de la vitivinicultura nacional.
En 2001 Peñaflor exportaba vinos por poco más de U$S20 millones. El crecimiento fue vertiginoso y no sólo en cantidad, también en el valor promedio de sus vinos exportados al pasar de U$S17 en 2001 a casi U$S23 la botella este año, gracias al incrementar en ventas de sus líneas de alta gama.
En cuanto a sus planes futuros, la idea es seguir creciendo. Para ello, invertirá U$S20 millones en San Juan.
Para su empresa Finca Las Moras, Peñaflor compró este año 100 hectáreas en Pedernal, la zona más codiciada de la provincia, a 1.350 metros de altura, para plantar viñedos y levantar una bodega para vinos premium que compitan con los vinos de Graffigna (Pernod Ricard) y Callia (Salentein), las más grandes en vinos finos de San Juan. Lo hará con un establecimiento pequeño, de 2 millones de litros de capacidad, que estaría funcionando para la vendimia de 2009, que demandará U$S 7 millones, entre obras, compra de tierras y plantación de vides.
Pero, además, el grupo estudia abrir otra bodega de mayor volumen, en Caucete, para ampliar la elaboración de vinos de gama media también de Las Moras, marca que sólo en el 2006 incrementó sus exportaciones en un 57%, según señalaron desde el Grupo Peñaflor. Por Federico Manrique. Diario Los Andes