"El crecimiento de nuestras economías sólo llegará si generamos un proceso de exportación que sea motor de crecimiento".
Martín Redrado, representante en el mundo de los intereses comerciales de la Argentina al frente de la Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, sintetizó la relación entre el comercio exterior y la situación económica argentina, "convencido" de que la salida es exportar. Convocado la semana última por la Cámara de Comercio Argentino Brasileña para disertar sobre el futuro de las relaciones entre el Mercosur, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la Unión Europea (UE), Redrado presentó una suerte de balance y agenda de su gestión.
"En una Argentina fragmentada, con una dirigencia que difícilmente pueda presentar un proyecto de país conjunto, elaboramos una nueva política comercial basada en el consenso y en un modelo de crecimiento inteligente" con Brasil, aludiendo al impulso integrador que pretenden tenga el Mercosur en cuanto a las cadenas de valor que conjuguen los intereses empresariales. "Si el comercio en el Mercosur cayó no fue por falta de integración, sino por sus inconsistencias monetarias, cambiarias y fiscales", advirtió.
En una ajustada síntesis, planteó los puntos principales de la relación entre la Argentina y Brasil. "Eliminamos nuestras diferencias comerciales en sectores clave como el textil, el porcino y el aviar. Nuestro país utilizó -cuando el tipo de cambio estaba sobrevalorizado- herramientas de defensa comercial para alzar barreras, pero hoy ya superamos aquellos problemas", explicó.
Pero destacó que reviste de mayor importancia a la relación "lo hecho en materia de financiamiento al comercio exterior mediante el Convenio de Crédito Recíproco (CCR, un acuerdo por el que los bancos centrales de la Argentina y Brasil otorgan garantías crediticias e intercambian el volumen neto -exportaciones menos importaciones- acotando el uso de divisas). Gracias al CCR, las exportaciones de Brasil a la Argentina crecieron un 60% en enero (respecto del mismo mes de 2002) y las ventas argentinas, un 15%. Ya avanzamos en un convenio similar con Chile", dijo.
"En lo productivo nos complementamos en lugar de competir, integrando los sectores productivos para producir juntos aún en un mismo complejo." Como ejemplo mencionó el sector automotor: "Durante 10 años producimos los mismos vehículos y modelos, y apuntamos a especializarnos en una parte de la cadena productiva", dijo. En el mismo sector, recordó el convenio con México (con quien apura un acuerdo de libre comercio) con un cupo recíproco de arancel cero por 50.000 autos y otros 27.000 con Chile, que ascenderán a 36.000 en 2006, año en que se espera que la Argentina, Brasil y México se dividan el patrón productivo de la producción de autos.
En cuanto a lo institucional destacó la "creación de un poder judicial independiente; un tribunal permanente de solución de controversias, que sólo falta que sea incorporado por la legislación brasileña", y el nacimiento, el 5 de febrero último, de la Secretaría Técnica del Mercosur.
- Agenda
Por último, planteó los temas de la "agenda externa, donde los intereses brasileños y argentinos convergen plenamente pese a todo lo que se dijo".
Parece que para el bloque sudamericano la relación con la UE goza de prioridad, fruto de un particular " appeal político: nos gusta más la relación con Europa que quizá con Estados Unidos, con quien tenemos una relación más conflictiva", apuntó.
El miércoles pasado, el Mercosur le presentó a los Quince una nueva oferta para una futura zona de libre comercio, planteando una desgravación arancelaria para el 85% de las importaciones europeas. La propuesta europea ofrece desgravar un 90%, pero deja de lado los productos agrícolas y las manufacturas de origen agropecuario, sector donde el bloque sudamericano es más competitivo. "Con la Unión Europea debemos negociar más cuotas sin aranceles", señaló.
Respecto del comercio con las Américas, Redrado fue concluyente: "el ALCA será un ALCA si nos permite ganar mercados a todos y no sólo a algunos".
"Es muy difícil poner de acuerdo a 34 países con grandes disparidades, donde conviven las islas del Caribe junto con Estados Unidos y Canadá. No descarto que se formen varios ALCA bilaterales entre los países latinoamericanos bajo un gran paraguas común que los englobe. No veo una verdadera zona de libre comercio hasta dentro de 15 años", opinó el funcionario.
Fuente: Diario La Nación