Apuntalar la productividad de las Pymes constituye una estrategia para mejorar el desarrollo industrial en su conjunto. El rol del Centro INTI-Extensión y Desarrollo. A nivel mundial, se observa que el sector de las Pymes genera una mayor cantidad de empleos que el sector de las grandes empresas; esta tendencia se ve acentuada en los países en desarrollo. Los gobiernos de estos países han venido recibiendo, a lo largo de las últimas décadas, una fuerte presión para incrementar la productividad y la rentabilidad de las Pymes, debido al rápido crecimiento que se verifica en sus fuerzas laborales y la limitada capacidad de generación de empleos que se observa en el sector de las grandes compañías. En tal dirección, a partir de los años 70, se han disparado un sinnúmero de políticas y programas de gobierno para asistir a Pymes.
En el actual contexto de liberalización de la economía y de creciente integración global, la tecnología está considerada como un factor determinante de la habilidad de las Pymes para lograr un buen posicionamiento. Fundamentalmente, porque muchos de los mercados en los que operan, aún los más tradicionales, están sufriendo cambios rápidos y abruptos.
Las Pymes de los países en desarrollo tienen, por lo general, características de pequeños talleres, con prácticas que están muy lejos de las que se observan en las grandes empresas más modernas y suelen, a su vez, estar relacionadas con actividades tradicionales. Salvo excepciones, estas empresas no se encuentran a la vanguardia en sectores de alta tecnología y apenas una pequeña minoría realiza actividades de investigación y desarrollo. Esto contrasta con lo observado en países desarrollados en los cuales muchas empresas pequeñas realizan aportes significativos a la generación de innovaciones.
Los programas de asistencia desarrollados en los años 70 se basaban en la idea de que una única inyección de actualización tecnológica en una empresa resultaba suficiente para incrementar su eficiencia. Hoy en día se sabe que este tipo de acciones son útiles, pero resultan inadecuadas por sí solas. La productividad debería derivar de la capacidad que tenga la empresa para mejorar la tecnología de sus productos y procesos como un desarrollo continuo.
En otro orden, los incentivos y presiones del mercado son esenciales para asegurar el éxito en los programas de asistencia tecnológica, no sólo porque incentivan al personal sino también porque le brindan una dirección concreta a sus esfuerzos. Se observa que los programas implementados por organizaciones que se dedican al desarrollo de Pymes han obtenido resultados más modestos que los programas llevados a cabo por institutos de tecnología. Éstos consiguen los mejores resultados cuando guían y apoyan el proceso que la propia empresa va desarrollando.
La antigua visión de que las Pymes deberían elevar su eficiencia a través de la incorporación de mejoras técnicas generadas por otros actores, está siendo reemplazada por la noción de que mantener en el tiempo un elevado nivel de productividad depende mucho más de su propia capacidad para realizar una contribución singular e independiente al progreso técnico local. Este cambio de perspectiva está ocurriendo en Asia, Latinoamérica y África, aunque existen grandes diferencias regionales en los respectivos procesos.
Los estudios acerca de la tecnología y el desarrollo, en los últimos tiempos, han cambiado significativamente su enfoque. En contraste con la literatura tecnológica de épocas pasadas, ahora se asocia la tecnología con el conocimiento humano más que con las maquinarias.
Al comparar los esquemas de asistencia aplicados en diferentes países en desarrollo, algunos estudios han encontrado que los siguientes tres factores resultan críticos para obtener resultados positivos:
-Orientación al cliente: el viejo sistema de producción tipo “push” ha dado paso al enfoque según el cual los esfuerzos se dirigen de acuerdo a los lineamientos que marca el mercado.
-Acumulación: ser competitivo no es un estado, sino un proceso que requiere de continuas mejoras.
-Asociatividad: la asistencia suele resultar más efectiva cuando es brindada a grupos de Pymes, que cuando se ofrece a una empresa de manera individual.
Apoyo del INTI a las Pymes
El Centro INTI-Extensión y Desarrollo tiene como misión apoyar a las empresas industriales, y en particular a las Pymes, mediante el asesoramiento y la capacitación necesaria para promover cambios tecnológicos y de gestión que mejoren su productividad y favorezcan su inserción en los mercados. En tal sentido, se está llevando a cabo, desde agosto de 2006, un programa de asistencia con un grupo de cinco empresas fabricantes de muebles, en el marco de un convenio firmado con la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA). Además de las acciones de asistencia en cada una de las empresas, periódicamente se realizan reuniones de intercambio en las cuales los empresarios pueden compartir con sus pares las experiencias, los avances realizados y las dificultades que van encontrando a lo largo del desarrollo de los programas.
Claves para los proyectos de apoyo a las Pymes
A partir de la experiencia de apoyo a las Pymes, el INTI identificó otros seis factores decisivos para el éxito de los proyectos:
- Capacitación: pese a que la falta de equipos apropiados resulta una crucial limitación para la productividad de las Pymes, el desarrollo del factor humano en el proceso productivo tiene la misma relevancia.
- Contexto: resulta muy importante la existencia de un entorno económico coadyuvante, un mercado en crecimiento y tecnológicamente dinámico que provea constantemente nuevas oportunidades para mejorar la tecnología de las Pymes.
- Complementariedad: los contenidos concretos de la asistencia deben adecuarse al nivel general de la economía y al desarrollo tecnológico del entorno.
- Concentración: los antiguos programas de asistencia solían perder efectividad debido a que dispersaban sus esfuerzos en una gran cantidad y variedad de actividades económicas. Esto dificultaba el desarrollo de un profundo expertise en cada tipo de industria, la comprensión cabal del posicionamiento de las Pymes en ese mercado y los problemas inherentes a la actividad.
- Coordinación: resulta esencial lograr una buena articulación entre las diferentes actividades de asistencia.
- Enfoque tipo castigo-recompensa: quizás la principal causa de fracaso observada en los proyectos de apoyo a Pymes de épocas pasadas era la ausencia de una estructura de incentivos, tanto para los proveedores de la asistencia como para sus beneficiarios.
Otras experiencias en las cuales una empresa multinacional promueve programas de asistencia para su cadena de proveedores también han resultado altamente exitosas. El objetivo es ambicioso: los estándares técnicos se elevan a un nivel en el cual las Pymes pueden acceder a los mercados internacionales y se convierten en socios atractivos para la empresa multinacional en el plano local. En estas experiencias, los mecanismos más significativos de aprendizaje tecnológico resultan ser la transferencia directa de know-how y, secundariamente, las fuentes de información provistas por las empresas multinacionales.
En nuestro país se está llevando adelante un proyecto de este estilo en el Golfo San Jorge, Provincia del Chubut. Allí, el Centro de Extensión y Desarrollo del INTI, en conjunto con la empresa Pan American Energy, está desarrollando una experiencia de capacitación de facilitadores locales y de asistencia técnica a empresas de la región.
Fuente: Romijn, Henry. “Asistencia tecnológica para pequeñas industrias de países en desarrollo: de la producción tipo “push” a las 8 C’s”. Universidad de Oxford, octubre de 1998.
Por Claudina Angelino, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. - Saber Como - INTI