Un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), resalta la extraordinaria oportunidad que representa para la región el comercio con las dos grandes potencias asiáticas emergentes: India y China. Indica el informe que ambos países han ingresado rápidamente al grupo de las mayores economías del mundo. Sumados, contribuyen anualmente desde 2001 con más del 30% del crecimiento del producto mundial. Mientras que la economía china pasó a ocupar en 2005 el cuarto lugar de importancia a nivel planetario, después de Estados Unidos, Japón y Alemania, India se ubica en el octavo puesto y es el segundo país más poblado del globo. Además, ambas naciones iniciaron una primera ronda de conversaciones destinada a la creación de un futuro mercado-común, China-India, que por en cantidad de habitantes será el más grande del mundo.
Con sus altas tasas de crecimiento, ambas naciones están apuntalando los frágiles equilibrios mundiales y mantienen una demanda cuantiosa y creciente de los productos básicos. Esto ofrece a los países de América latina y el Caribe un mercado de gran potencialidad para sus productos de exportación, tanto de bienes como servicios, lo que ha sido poco explotado hasta ahora por la región. Así lo sostiene la CEPAL en su informe Panorama de la inserción internacional de América latina y el Caribe, para el actual bienio.
De acuerdo con el estudio, es imprescindible que los países de la región aprovechen la creciente importancia de Asia, y de China e India en particular, en el entorno económico internacional. Hasta el momento para ambos países América latina es todavía un socio comercial poco explotado. La economía china creció casi un 10% en 2005, tasa que ha aumentado a 10,9% en el primer semestre de 2006, gracias al dinamismo de la inversión interna y las exportaciones. Por su parte, India exhibió un crecimiento de 8,4% en el año fiscal que terminó el 31 de marzo de 2006. En tanto, las exportaciones de mercancías de ambos países combinadas representaron el 8,2% del total mundial en 2005.
El “boom” chino en 2005, China se convirtió en la tercera mayor potencia importadora y exportadora de mercancías del comercio mundial. Sus exportaciones crecieron 28%, alcanzando a
u$s 760.000 millones -casi 1,5 veces las exportaciones de toda América latina y el Caribe-. En ese mismo año las exportaciones de India totalizaron u$s 90.000 millones (el 30° mayor exportador del mundo) y sus importaciones u$s 132.000 millones (17°).
Además, China es uno de los mayores receptores de inversión extranjera directa (IED) en el mundo: en 2005 la IED alcanzó a
u$s 72.400 millones. Sin embargo, la aceleración de su ya boyante economía en 2006 advierte sobre el riesgo de un crecimiento desbocado, alimentado por su enorme superávit comercial, lo que genera justificadas presiones para una mayor apreciación del yuan.
En tanto, para la India las perspectivas de corto plazo son promisorias, con un crecimiento económico sólido y una inflación moderada. Sin embargo, sus principales desafíos son los altos niveles de endeudamiento público, un creciente déficit en cuenta corriente y la necesidad de abordar reformas necesarias.
El comercio de la región
Entre 1990 y 2005 los intercambios comerciales entre los países de América latina y el Caribe y China e India han crecido de manera considerable, sobre todo en el último quinquenio. Destaca en particular el comercio con China, ya que las exportaciones a este país superaron los u$s 19.000 millones en 2005, cifra que representa cerca del 3,5% de las exportaciones totales de la región. En tanto, las exportaciones a India sólo ascendieron a US$ 3.000 millones (0,5% del total regional). Los principales países que exportan hacia China son Brasil, Chile, Argentina, Perú y México (por orden de importancia) y, en el caso de India, son los mismos, salvo Perú.
Las principales importaciones chinas desde la región se concentran en el rubro de los productos primarios. Por ejemplo, América latina provee a China más del 60% de sus necesidades de soja (principalmente de Brasil y Argentina), 80% de harina de pescado (de Perú y Chile), cerca del 69% de los despojos de aves troceados (Argentina y Brasil) y un 45% de vinos y uvas (Chile). La relación comercial de América del Sur con China es complementaria, es decir, existe un comercio inter-industrial donde la región exporta productos primarios e importa manufacturas. Pero por otro lado el intercambio con México y América Central es muy asimétrico: la participación de China en las exportaciones totales de México no alcanza ni siquiera al 1%, mientras que el país asiático es el segundo mayor origen de las importaciones mexicanas. Como consecuencia de esto, México y América Central acumulan un déficit comercial creciente con China y, además, México ha sido desplazado por el gigante asiático como socio comercial principal de Estados Unidos.
Para India, América latina y el Caribe representa todavía un mercado pequeño pero creciente. Al igual que China, India tiene un comercio distinto con América del Sur, por un lado, y con América Central y México, por otro. De hecho, India ya tiene un tratado comercial con Mercosur y Chile.
Según la CEPAL, América del Sur debería fortalecer los vínculos comerciales buscando mayor complementariedad productiva tanto con China como con India, estableciendo alianzas comerciales y tecnológicas. Con respecto a las relaciones estratégicas de México y América Central con estos dos países, el informe señala que es preciso desplegar esfuerzos para que esa subregión tenga un comercio intra-industrial más intenso con China e India, lo que les brindará nuevas rutas de acceso a estos mercados asiáticos, propiciando la incorporación de nuevas tecnologías, en lugar de competir cara a cara en terceros mercados, como Estados Unidos. Finalmente, la CEPAL recalca que América latina debería aprovechar las oportunidades que ofrecen tanto China como India para incorporarse a las cadenas de producción y distribución. Una forma de lograr esto es la búsqueda de acuerdos comerciales con ambos países asiáticos. En ese sentido, el acuerdo ya firmado entre Chile y China, o el acuerdo negociado entre India y el Mercosur, son promisorios, pero requieren una mayor profundización y alcance. La Mañana de Córdoba