La asamblea anual del FMI y el Banco Mundial se clausuró ayer con un
llamado a los países ricos para que fijen un calendario para terminar con los subsidios
agrícolas y con un pedido a todas las naciones para que adopten acciones
enérgicas para restablecer la confianza ante la incertidumbre que se abate sobre la
economía global. En el cierre de las deliberaciones, el secretario del Tesoro, Paul
O´Neill, dijo que su país respalda los esfuerzos del FMI de buscar un mecanismo para
permitir una reestructuración ordenada de la deuda de los países en problemas, pero
destacó que ello no debe ser interpretado como que habrá financiamiento ilimitado para
las naciones en crisis.
La asamblea anual, que reunió a cerca de 5000
representantes de 184 países, concluyó ayer en medio de severas medidas de
seguridad, por las amenazas de protestas antiglobalización.
El
presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, reclamó a los países más
desarrollados a "actuar cuanto antes" para desactivar los subsidios agrícolas. "Son del
orden de los 1000 millones de dólares diarios, representan un derroche de recursos y
perjudican seriamente las oportunidades de los países pobres de invertir en su propio
desarrollo.
Fuente: Diario la Nación