Las mayores exportaciones argentinas, resultado de la recuperación del aparato productivo y favorecidas por el tipo de cambio muestran, sin embargo, un grave desequilibrio por la concentración de firmas exportadoras y ventas de materias primas y productos con ínfimo valor agregado. En el primer semestre de este año, la exportación totalizó 22.957 millones de dólares y, el 45% (10.450 millones) de esas ventas fue de sólo veinte empresas. Las tres multinacionales que encabezan la lista, lideraron con granos, aceites y petróleo, confirmando la alta dependencia de la producción primaria.
El incremento no fue por mayor eficiencia o inversión para aumentar los volúmenes exportables sino por la suba de los precios internacionales, caso de cereales e hidrocarburos. Es más, respecto a 2005, las cerealeras exportaron 5% menos y tuvieron 6% más de ganancias y esa relación es mayor en el petróleo: 36% más caro y 16% de caída en los envíos.
Si bien las pymes exportadoras siguen creciendo, el camino es muy dificultoso porque requieren tecnificación para ponderarse en el plano internacional y las de economías regionales están en desventaja en materia de logística, lo que implica un enorme esfuerzo operativo y preparación técnica.
El contexto exportador argentino es positivo en cuanto al ingreso de divisas, pero retrógrado por el desequilibrio de la oferta, la alta concentración de exportadores de productos básicos y políticas coyunturales negativas, como la veda a la carne, exacciones tributarias, devolución del IVA y sin incentivo a la exportación de tecnología. Diario de Cuyo