El Mercado Común del Sur insistió en que no puede aceptar la oferta de la Unión Europea que está actualmente sobre la mesa en las negociaciones de un acuerdo de asociación birregional, al considerar que Bruselas ofrece menos apertura de mercado que ellos, lo que deja al grupo latinoamericano en una posición más arriesgada. El embajador de Argentina ante la UE, Jorge Remes Lenicov, y el consejero económico de la Misión de Brasil ante la UE, Carlos Cozendey, coincidieron el martes último, en que la oferta de bienes agrícolas, industriales y de servicios de la UE es inferior a la del Mercosur y en que la conclusión de un acuerdo en base a ella supondría más riesgos para el Mercosur que para la UE.
Ambos participaron en una audiencia en la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo que analizó la marcha de unas negociaciones que actualmente siguen estancadas debido a las desavenencias en el capítulo comercial.
Manifestaron la importancia de que las negociaciones se desvinculen de la conclusión de las negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda de Desarrollo de Doha y demandaron terminar un acuerdo de asociación antes de que se concluya en el seno de la OMC.
En la audiencia del Parlamento Europeo también participó la Comisión Europea, que rechazó los argumentos de los americanos.
Asimismo, el vicedirector general de Relaciones Corporativas con América Latina de Telefónica, Diego Molano, pidió en nombre del Foro Empresarial UE-Mercosur una pronta conclusión de las negociaciones en las que la seguridad jurídica sea un elemento principal.
Remes Lenicov apuntó que la razón de que las conversaciones comerciales estén "realmente trabadas" es una oferta europea insuficiente porque, entre otras cosas, no contiene sino elementos "similares" a los que ofrece la UE en las negociaciones multilaterales de la OMC, cuando Mercosur quiere un esquema preferencial OMC+.
En su opinión, "el Mercosur asume más riesgos que la UE" por la magnitud de los respectivos flujos comerciales, puesto que mientras que las exportaciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay a Europa representan el 25% del total, a la inversa no son más del 2%.
El embajador argentino constató que "hay un desequilibrio de las ofertas", donde "el Mercosur ofrece más que la UE, también en servicios" y aseguró que "Mercosur asume más riesgos" debido a que la UE pretende que elimine su "único ingrediente de protección", como son los aranceles, mientras que, en su opinión, Bruselas tiene otras medidas.
En concreto, recordó que Mercosur ofreció en el capítulo de bienes eliminar los aranceles en el 67%, que se elevaría a un total de 76% con las preferencias ya existentes, de los productos y para el resto, preferencias. A los productos excluidos se aplicaría una tarifa del 16%.
Por su parte, la oferta de la UE contenía un 93% de productos con arancel 0, algo que Remes Lenicov dijo que "en realidad sólo es el 36%", porque en la Ronda de Uruguay de la UE ya se eliminaron los aranceles en un 57%. Para los productos exentos en este trato se aplicaría un arancel del 76%, lo que hace "imposible el comercio", dijo el embajador.
Apuntó asimismo que la UE plantea excluir del trato preferencial a aquellos bienes industriales respecto a los que Bruselas crea que la competitividad del Mercosur es mayor, de lo que dedujo que el grupo latinoamericano "hace más esfuerzo y pone más que la UE".
Por lo que respecta al capítulo de servicios, Remes Lenicov criticó que Bruselas demanda acceso en los "más importantes", como transporte marítimo, telecomunicaciones y servicio postal. Por el contrario, ofrece servicios "que no nos interesan" y en los que el Mercosur sería más competitivo -servicios profesionales- la UE pretende establecer "restricciones horizontales".
Por su parte, el representante brasileño se refirió a "la demanda excesiva de la UE al Mercosur en determinados temas", como los servicios, donde no se le garantiza el acceso total del mercado y lamentó que Bruselas dude de las disposiciones legales en Brasil para el establecimiento de bancos extranjeros e inversiones en telecomunicaciones que, dijo, nunca han supuesto un obstáculo para el comercio.
Cozendey acusó un "exceso de celo" por parte de la UE, que "insiste en que hay sectores en los que podría haber discriminación" y denunció que Bruselas también impone "requisitos".
Representantes de las direcciones generales de Comercio y Agricultura de la Comisión Europea comentaron con muchos menos detalles los argumentos de los representantes argentino y brasileño para negar que la apertura de mercados que propone Bruselas sea tan reducida como la que indica Mercosur.
En agricultura, la Comisión Europea insistió en que la oferta de la UE "es las más ambiciosa" hecha nunca en un contexto bilateral.
Aunque admitió que de momento no es posible hacer una oferta en azúcar, señaló la relativa al etanol --de la que se beneficiaría Brasil principalmente-- y señaló la disposición europea a liberar el sector de los productos agrícolas procesados "pero en casos en los que el Mercosur es muy competitivo no querríamos aplicar el tratamiento preferencial especializado".
Asimismo, defendió las indicaciones geográficas para dar "algo a cambio" a los productores europeos en compensación por la oferta de la UE.
Por lo que respecta a los servicios, el representante comunitario indicó que "queremos seguridad para los operadores" en relación al "exceso de celo" que señaló el representante de Brasil.