Con un lejano puesto 89° en el ranking de exportaciones, Cuba está muy relegada como mercado para Mendoza. Pero las entrevistas que entre lunes y martes mantuvieron representantes de dos de las cadenas importadoras-distribuidoras más influyentes de la isla con 25 empresarios mendocinos, hablan claramente de un interés por incentivar el flujo comercial. Una de ellas es All Import, la compañía estatal con sede en La Habana que virtualmente domina el movimiento importador cubano. En tanto, Inversiones Pucará, de capitales mixtos (cubanos-belgas-españoles) tiene la palabra en cuanto a bebidas y especialmente vinos, ya que por ella pasa el 60% de los volúmenes que ingresan a aquel país.
Productos gourmet, conservas de frutas y hortalizas, bebidas (vinos, sidra, jugos, gaseosas y agua mineral) y especialmente el aceite de oliva y uva, concentraron el interés.
“Venimos en misión exploratoria, para identificar las potencialidades de Mendoza. Es un destino atractivo para lo que demandan los compradores cubanos”, señaló Aleidi Camacho Santos, directiva de Pucará.
Entre hoteles y súper
La marcha del mercado cubano, en donde compiten España, Chile, Brasil, Venezuela y Colombia, va al son del turismo, la industria mayor.
Quienes manejan la mayor demanda son las cadenas hoteleras (un 70% de las importaciones), supermercados y restaurantes, muchos complementados con los mismos hoteles de los que forman parte.
Sobre los requerimientos para poder llegar al mercado isleño, Mailín Carmenate, de All Import, explicó que “las cadenas de establecimientos hoteleros, más allá de la variedad, prefieren volumen. Mientras que los supermercados, orientados a sectores de mediano poder adquisitivo, priorizan el producto pero asegurándose marcas diversas”. Hay una banda amplia de precios: un vino de U$S 1 se considera barato, y se paga hasta U$S 30 por uno cotizado.
En la isla rigen aranceles diferenciados y las exenciones se alternan con exigencias de normas internacionales, como ISO 9000. Además, contempla ventajas derivadas de acuerdos bilaterales, como el Convenio de Comercio Compensatorio celebrado con Argentina en 2005. Un convenio que dispone de U$S 100 millones para intercambio de productos (medicamentos cubanos y alimentos argentinos) que aún, para las representantes, “no ha sido explotado debidamente”.
Altibajos a superar
Históricamente, los despachos hacia Cuba han sido escasos e irregulares. Las estadísticas de Promendoza, responsable del seminario “Cuba, un mercado por descubrir” confirman que, mientras en 2004 las ventas mendocinas superaron los U$S 112 mil por un volumen de 218 mil kilogramos (el mayor de la última década), el año pasado los ingresos cayeron casi 30%: hubo ventas por 125.750 kilogramos (U$S 85.700 FOB).
Camacho y Carmenate, que ayer visitaron las firmas RPB, Norton y La Campagnola, coincidieron en que “con Argentina hay un problema logístico, porque no hay buenas tarifas de fletes. Y el financiamiento es sencillo: a mayor movimiento comercial, mejores condiciones”. Por Miguel Ángel Flores. Los Andes