Un análisis de la Fundación Producir Conservando formuló sus proyecciones considerando el comportamiento de una canasta de los principales cultivos del país, que incluye alpiste, arroz, avena, mijo, centeno, girasol, lino, maíz, maní, soja, trigo, sorgo granífero y cebada cervecera y forrajera. Las exportaciones del sector agroindustrial podrían crecer un 70 por ciento en la próxima década y pasar de los actuales 10.000 millones de dólares anuales a 17.000 millones de dólares, asegura un estudio de la Fundación Producir Conservando.
"Para el caso de la producción granaria, se puede crecer en área sembrada y también en producción" con una incorporación "de áreas cultivadas de 5 a 6 millones de hectáreas y la tecnología" adecuada para elevar los rendimientos de los cultivos, destaca el informe.
El estudio se basa en "diversos trabajos realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)", según los cuales se demuestra "claramente" que se puede dar ese salto en extensión e intensidad de producción.
Al considerar las 69,6 millones de toneladas de granos logradas en la cosecha 2001/02, el estudio proyecta un crecimiento del 22 por ciento para alcanzar una producción granaria de 84,7 millones de toneladas en los próximos cinco años y un volumen de 96,3 millones de toneladas al completarse la década.
Los objetivos se lograrían pasando de los actuales 27,5 millones de hectáreas cultivadas a unas 34 millones de hectáreas en 2010/11 y elevando los rendimientos de 2.804 kilogramos por hectárea a 3.250 kilogramos, lo que "muestra a las claras que podemos plantearnos, para el inicio de la próxima década, llegar a una producción cercana a los 100 millones de toneladas de granos".
El análisis formuló sus proyecciones considerando el comportamiento de una canasta de los principales cultivos del país que incluye alpiste, arroz, avena, mijo, centeno, girasol, lino, maíz, maní, soja, trigo, sorgo granífero y cebada cervecera y forrajera.
En cuanto a la actividad ganadera, admite que "en los últimos años ha mostrado una caída en la producción y en sus exportaciones".
No obstante, considera que los estudios realizados por los grupos de Consorcios de Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) la situación puede revertirse.
Los datos reales de producción promedio logrados por estos grupos "muestran que podemos potencialmente alcanzar una producción de 3,5 millones de toneladas de carne" aumentando fuertemente las exportaciones para evitar la caída del precio del producto que desaliente el crecimiento.
En cuanto a la carne aviar, indica que "la caída del poder adquisitivo del salario sumada a la recesión llevó a que la proyección de producción para el 2002 sea de aproximadamente 750.000 toneladas, lo que representa una disminución del 18 por ciento respecto del 2001.
Pero "tomando la tasa promedio de crecimiento de la actividad entre los años 1995 y 2001, de un 3,3 por ciento anual, para los próximos años, podemos alcanzar cifras de producción y de aumento de las exportaciones realmente notables", asegura.
El estudio proyecta sobre la exportación los aumentos de producción estimados para concluir que el excedente del sector granario estaría aportando 6.300 millones de dólares, 1.100 millones por la carne vacuna y 240 millones la avicultura, lo que haría un total 7.600/7.700 millones de dólares.
Para lograr los objetivos señalados, la Fundación destaca que se necesita un "marco político estable, que de garantías internas y externas y regeneren la confianza para invertir".
Al respecto advierte que la inseguridad jurídica, la desconfianza sobre la estabilidad de la moneda, la inexistencia de un sector financiero sólido y la incertidumbre sobre cuál será la carga fiscal para las actividades productivas atentan contra las posibilidades descriptas.
Asimismo, indica que al margen de los aspectos macroeconómicos existen "una serie de limitantes asociadas a los subsectores" que es necesario corregir, entre las cuales menciona la infraestructura de almacenaje, procesamiento industrial, puertos y transportes.
También apunta a la regeneración de los mercados de futuro que permitan mejorar la previsibilidad del negocio agrícola y el cumplimiento efectivo de la evasión para evitar la competencia desleal existente.
Postula además la "reestructuración" del Servicio nacional de Sanidad y calidad Agroalimentario (Senasa) para "otorgar garantías de control y confianza a los consumidores".
En las conclusiones, el informe subraya que "la posibilidad de alcanzar las metas descriptas, no sólo se traducirá en mayor ingreso de divisas para el país sino en una actividad laboral creciente de las cadenas de producción, elaboración y comercialización de los productos agroindustriales".