Los collares y las correas que diseñó para su perra Pancha lo llevaron a crear una empresa que hoy vende, con diferentes diseños, a varios países. Gracias su perra, Carlos Espíndola sacó a relucir sus dotes como empresario. Para ella, diseñó varios collares y correas que, al poco tiempo, lo llevaron a armar su propio negocio. "Estudiaba administración de empresas y trabajaba en una agencia de turismo, pero quería empezar algo que fuera mío. Como siempre tuve animales, pensé en fabricar productos para mascotas", contó el joven empresario.
Aún cuando sus visitas a las veterinarias no le reportaban ninguna venta, la confianza de Espíndola en su producto lo animó a preparar carpetas con fotos para presentar a importadores y distribuidores de artículos para mascotas en el exterior.
"Fui a distintas cámaras y la que tenía más información era la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana. Envié las carpetas y al poco tiempo llegó a Buenos Aires un distribuidor al que le gustó el trabajo y nos hizo los primeros pedidos" explica.
Las líneas
En 1992 creó la empresa a la que llamó Pancha BC, uniendo el nombre de su perra al de las iniciales de bijouterie canina. Los primeros collares y correas eran en polipropileno y tela, pero pronto fueron reemplazados por dos líneas en cashmilon; una con diseños incaicos y otra con aztecas. "La línea Inca resultó un boom en Europa y fue la que permitió el crecimiento de la empresa", señaló Espíndola.
Luego confeccionó las líneas Maya y Navajo. "Elegí esos diseños porque me interesan las culturas indígenas, y para hacer los dibujos consulté libros de arte", dijo. Los productos se venden en tiendas para mascotas y, además del envío de catálogos a distribuidores, la empresa publicita en revistas especializadas y participa en la feria Interzoo, una de las más importantes del sector, que se realiza cada dos años en Alemania. "Es importante la presencia en exposiciones internacionales; antes de la devaluación concurría a ferias en distintos países, pero ahora viajar es muy costoso."
Exclusivo
En Pancha BC se terminan entre 400.000 y 500.000 piezas por año que tienen como destino exclusivo la exportación. Los principales mercados son Alemania, Inglaterra y Canadá, seguidos de España, Francia, Italia, Grecia, Noruega, Suecia, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Estados Unidos y Uruguay.
"El mercado más exigente es el alemán porque requiere diseños originales, calidad, resistencia y durabilidad. Para Japón, por ejemplo, hay que hacer matrices diferentes porque cambian las medidas y los países nórdicos se caracterizan por pedir productos lisos y pocos colores", señaló.
Claro que todos los ensayos de resistencia y duración de los productos tuvieron primero a Pancha y después a Sansón como protagonistas, además de los perros de los amigos de Espíndola. "Probamos materiales, adaptamos máquinas y fuimos aprendiendo sobre la marcha", dijo el empresario.
Impermeables, camisas, bozales...
En 1996, Carlos Espíndola comenzó a producir correas y collares en cuero y ésa es la línea que más vende. “El cuero permite mayores posibilidades de crear. En ese segmento el principal competidor es Italia, pero nuestros productos son, por lo menos, un 40% más económicos”, aclaró el dueño de Pancha BC. Las correas en cuero tienen precios desde 1,80 hasta 16 dólares; los collares parten de un dólar y alcanzan los 12. Los productos en material sintético varían en entre 0,60 y 6 dólares.
“No se puede competir con volumen, hay que apuntar a nichos con diseño y calidad. Por eso seleccionamos cueros, telas y herrajes de primera calidad”, explicó Espíndola. En la empresa también se fabrican impermeables para perros, camitas, bolsos de transporte, bozales y colchonetas, entre otros artículos en tela.
La producción creció un 17% en 2005 respecto de 2004, y para este año se ajustan los detalles para llevar a Interzoo lo último de Pancha BC: bozales y riendas para caballos.
Para el empresario, “el crecimiento depende de la pasión que se ponga en el trabajo. Los exportadores hacemos todo a pulmón, necesitamos más ayuda”.
Por Graciela Cañete
Diario La Nación