La ministra de Economía, Felisa Miceli, anunció anoche, la suspensión de las exportaciones de carne por 180 días para equilibrar la oferta y la demanda y un aumento de diez puntos en las retenciones. Miceli dijo que unas 600.000 toneladas de carne se volcarán al mercado interno, durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada. La ministra justificó la medida señalando que la prioridad es “equilibrar la oferta y la demanda internas”. El incremento en los derechos de exportación se limitan a las carnes con hueso y termoprocesadas que pasarán del 5 por ciento actual al 15 por ciento para equipararlas con el resto de los productos del sector.
En tanto, quedaron al margen de la suspensión las exportaciones correspondientes a la cuota Hilton -unas 28.000 toneladas de cortes de alto valor destinadas al mercado europeo- y las comprendidas en los convenios entre estados.
Durante la tarde, el Presidente de Argentina, al hablar durante un acto en la localidad bonaerense de Avellaneda, cargó contra los exportadores del producto y afirmó que “no nos interesa exportar a costa del bolsillo de los argentinos”, tras lo que sostuvo que se implementarán las medidas que sean necesarias “para que la carne vacuna se venda al precio que se pueda pagar”.
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Mayoritario rechazo de la producción
Rechazo, desánimo y preocupación provocó entre los dirigentes agropecuarios y del sector de ganados y carnes el anuncio del presidente argentino de suspender por 180 días las exportaciones de carne con el objetivo de volcar esa mercadería en el mercado interno y provocar así una baja del precio.
"El cierre de las exportaciones va a causar un gran desánimo y provocará una inmediata caída de la producción de carnes", dijo el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías. El dirigente agregó que el Presidente "sigue estando mal asesorado, porque en la Argentina es necesario producir más volumen y, mientras tanto, podrían subsidiarse los precios de los cortes de consumo masivo".
En tanto, el director ejecutivo de la Cámara de Productores Exportadores Argentinos, Javier Martínez del Valle, dijo que la medida, sin dudas, provocará al cierre de plantas y la eliminación de puestos de trabajo.
"Por el estándar sanitario exigido por los países compradores de carnes argentinas, las plantas exportadoras tienen sectores de desposte, empaque y cámaras frigoríficas de gran tecnología, con personal capacitado que ahora no tendrá sentido mantener", agregó Del Valle. "En nuestro caso, que somos productores exportadores de carne, nos impide cumplir con los compromisos que tenemos con cadenas de supermercados en el exterior", agregó.
"Es tan grave el anuncio que me resisto a creer que se pueda concretar", y fue escéptico al opinar que la medida anunciada no provocará una baja en el precio de la carne.
Más cauto, aunque no menos preocupado, Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina, prefirió tomarse su tiempo para analizar las medidas a fondo y luego emitir una opinión.
No obstante, aclaró que la Comisión Directiva de la entidad "deberá analizar lo más pronto posible los efectos que la suspensión de las exportaciones de carne tendrá en el sector".
Sobre este tema, que calificó de conflictivo, concluyó: "Sabíamos que el aumento de la carne iba a provocar una reacción del Gobierno, pero apurarnos a opinar ahora no tiene sentido".
En tanto, el director del Centro de Consignatarios de Productos del País, Ignacio Gómez Alzaga, dijo que le llamaba la atención que el Gobierno, "que dice apoyar la producción, adopte una medida contra la producción".
El dirigente dijo que las autoridades nacionales deberían reunirse con la Mesa de Ganados y Carnes para resolver el problema, que es encontrar un equilibrio en la producción.
Los políticos
Más enfático, el secretario general del Partido Demócrata Progresista, Alberto Natale, expresó que, con esta medida del Gobierno, "la política inflacionaria se va al diablo; prohibir exportaciones de carne por 180 días para que bajen los precios demuestra la falacia del modelo. Exportamos 1300 millones de dólares en carnes y ahora las prohibimos para el índice del Indec".
En cambio, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Alberto Balestrini (PJ), opinó que la decisión del Presidente de limitar la exportación de carnes en el marco de una planificación donde se establezcan metas de producción, consumo y exportación "garantizará que a la mesa de todos los argentinos llegue la porción de carne a precios adecuados" y expresó que "ésa es la diferencia entre capitalismo salvaje y una concepción de desarrollo sustentable con justicia social".
Por Roberto Seifert
Diario La Nación