Se trata de la familia Ward que tiene su plantación de colza en Mendoza. A fines de este año obtendrán 20 mil litros de este tipo de aceite y esperan sentar precedentes para instalar una planta de biodiésel en la provincia. Iniciaron conversaciones con Oil Fox, empresa argentina que exporta 1 millón de litros mensuales de biocombustible a Alemania. El biodiésel pisa fuerte, y como productora de oleaginosas, Argentina gana cada vez más terreno en ese mercado. Los sanjuaninos no se quedan atrás y la familia Ward -que de momento tiene sus plantaciones de colza en Lavalle, Provincia de Mendoza- inició conversaciones con Oil Fox, la empresa argentina que exporta 1 millón de litros mensuales de biocombustible a Alemania.
Para cerrar el negocio, los Ward producirán 20 mil litros de aceite de colza. Este volumen terminará de completarse a fin de año, luego de la cosecha de la semilla en diciembre. De esta forma esperan sentar precedentes para la futura instalación de una planta de biodiésel en Albardón, a la vez de sensibilizar a los productores que quieran formar parte del proyecto.
Es que la puesta en funcionamiento de la planta implicará el procesamiento de grandes volúmenes de materia prima y para ello necesitan terrenos de terceros donde plantar la colza.
Tras el anuncio de Diario El Zonda en su edición de diciembre de 2005, muchos productores se interesaron, pero la mayoría de ellos poseían tierras vírgenes.
Según explicó Ana Isabel Vera -Ingeniera en Alimentos y quien estará a cargo de la planta una vez instalada-, “necesitamos tierras que tengan trayectoria productiva porque la idea es tener espacios donde sembrar la colza, no empezar a preparar la tierra desde cero, ya que no es el sentido del proyecto. De esta forma evitaríamos los costos de flete que supondría traer la colza desde Mendoza”, destacó.
Los Ward necesitan de 200 hectáreas iniciales para dar forma a la propuesta. Vale aclarar para los productores que se interesen, que San Juan posee las condiciones agroclimáticas indicadas para la siembra de colza: se adapta a los suelos áridos, no requiere de mucho riego ni es propensa a las pestes. Además, tiene un rendimiento o densidad de siembra de 4 a 6 kilos de semilla por hectárea.
Como su fecha de siembra es mayo, la floración del cultivar se produce en septiembre, momento en el que puede aportar beneficios como agente polinizador y fuente nectífera para los productores apícolas.
Si todo marcha como esperan, se cierra el negocio con Oil Fox y los productores se suman, la planta de biodiésel sanjuanina sería una realidad en 2007.
La empresa “verde”
Oil Fox S.A es la primer empresa argentina dedicada al desarrollo del biodiésel o biocombustible que, en términos simples, no es otra cosa que un combustible ecológico obtenido a partir materias primas renovables como los aceites vegetales.
En enero de este año alcanzó relevancia, porque de ser un proyecto que en 2002 estuvo a punto de clausurarse, pasó a ser una empresa que obtuvo un contrato para exportar 1 millón de litros de biocombustible por mes a Alemania.
Claudio Meyer -director de la empresa- explicó a Diario El Zonda que el monto inicial que pidió el país germano fue de 10 millones de litros, pero como Argentina no cuenta con la capacidad logística para abastecer esas cifras, el contrato se hizo por 1 millón de litros mensuales de aceite.
De acuerdo a Meyer, “queremos sumar gente a este proyecto, porque mientras más seamos, más posibilidades tenemos de que Argentina se convierta en un auténtico polo productor de biodiésel a nivel mundial”. De allí la importancia de buscar nuevos espacios y materias primas como lo es el caso de los productores de colza sanjuaninos.
Para reafirmar este concepto, la firma está ultimando detalles para reabrir una vieja fábrica de aceite en Chabás, provincia de Santa Fe. La fábrica -con una capacidad productiva para 2 millones de litros- entraría en funcionamiento en tres meses y generaría 36 nuevas fuentes de trabajo.
Pero los límites de Oil Fox no quedan allí, porque la empresa negocia en este momento un posible contrato millonario con Ucrania. Según Meyer, el creciente interés de los europeos en el biodiésel argentino tiene que ver con su legislación, que alienta el uso del combustible ecológico: por cada litro de gasoil debe contener un 2 % de biodiésel. De esta forma se espera que para el 2010 el aporte llegue al 5,75 %.
Además, como la producción europea de oleaginosas no es proporcional a las necesidades de abastecimiento de combustibles, necesitan importar desde otros países productores.
Sin embargo, Europa del Este no es la única interesada. Desde el cierre del contrato con Alemania han recibido propuestas de países como Chile, Guatemala y Costa Rica.
De momento, el primer paso al mundo de los biocombustibles está dado. Las condiciones están y San Juan podría tener su lugar si los productores locales también se animan.
Diario El Zonda de San Juan