La buena marcha del comercio exterior argentino va a continuar este año con saldo favorable en la balanza comercial. El aumento de las ventas al exterior y de las importaciones. La Brasil-dependencia. En 2006 las exportaciones volverán a marcar un récord histórico. Según el consenso de los economistas que releva el Banco Central, durante los próximos doce meses las exportaciones argentinas alcanzarán a u$s 43.000 millones, un 7% de aumento respecto a lo que se espera para 2005 (u$s 40.200 millones, que será confirmado oficialmente hacia fin de enero).
Por el lado de las compras al exterior, también 2006 será un buen año. La continuidad en el crecimiento económico refuerza el dinamismo de las importaciones que crecerían en 2006 un 16%, hasta los u$s 33.300 millones, siempre según el sondeo que realiza el Banco Central.
De esta forma se espera que en 2006 el saldo de la balanza comercial arroje una cifra cercana a los u$s 9.000 millones que, si bien resulta algo menor a los u$s 11.400 millones esperados para 2005, revela que se avecina un año excelente para el comercio internacional argentino.
Este menor saldo neto de intercambio comercial reconocerá su origen en una sustancial mejora de las cifras exportadas que sumarán u$s 2.800 millones al superávit comercial. Este monto será superado por un fuerte aumento esperado del lado de las importaciones que alcanzará a ser de unos u$s 4.500 millones.
El menor saldo esperado de la balanza comercial, se explica porque la mejora económica que experimentará la Argentina en 2006 traerá implícita un aumento de las importaciones para abastecer el mayor consumo interno y porque, además, las exportaciones serán menores a las que podrían ser si el mercado interno no se hubiera recuperado.
En 2006, el aumento de las exportaciones tendrá un comportamiento similar al observado en 2005. Es decir, las mejores ventas externas no serán consecuencia de mayores precios sino de mayores cantidades exportadas. Esto se da en un marco mundial en el que se prevé que los precios internacionales se mantendrán sostenidamente altos y estables.
En cambio, los mayores guarismos por compras en los mercados externos estarán influidos tanto por mayores precios de los productos importados como por las cantidades que serán importadas.
MADE IN ARGENTINA. Ya lejos de los excelentes precios internacionales que se habían observado en la primera mitad de 2004 y que fueron relevantes para las exportaciones de productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario, en 2005 la estrella de las exportaciones fueron las manufacturas de origen industrial. En 2006/7, se espera que los precios internacionales ayuden a las exportaciones manteniéndose estabilizados en valores importantes y que se vuelva a repetir el desempeño exportador de la industria. Se estima que en 2006 las manufacturas de origen industrial estarían superando el 30% del total de exportaciones, cifra que no se registraba desde 2001, aunque en ese año con volúmenes menores en términos absolutos.
Las manufacturas de origen agropecuario seguirán manteniéndose elevadas gracias a los precios internacionales, que serán similares a los registrados en 2005. El aceite de soja y las tortas de soja seguirán siendo los productos principales de las exportaciones industriales agropecuarias durante este año.
Así como el tipo de cambio y los precios internacionales favorecieron el desempeño exportador, la recuperación económica y el dinamismo de las exportaciones traen consigo un renovado empuje a las importaciones.
IMPORTACIONES. El desempeño de las importaciones reflejará con exactitud el momento económico por el que atravesará la Argentina en 2006. El desempeño que seguirán las compras al exterior de bienes de capital y de sus partes y piezas servirá a los efectos de monitorear los niveles de inversión. Las importaciones esperadas de bienes intermedios serán el emergente de un proceso de mejora continua en las exportaciones industriales. Las importaciones de bienes de consumo mostrarán los efectos de la mejora de la demanda interna. El aumento en las importaciones de combustibles será el reflejo de cierta continuidad en un panorama de riesgos de crisis energética.
En el año que comienza se espera que la dinámica de las importaciones de bienes de capital continúe en la senda de la recuperación indiciada en 2004. Esta performance esperada permitirá una completa reversión del proceso de deterioro de los niveles de inversión que se había iniciado en 1999. El principal indicador que reflejará esta mejora será el de la inversión respecto al PBI que, de acuerdo con estimaciones que surgen del relevamiento de expectativas de mercado efectuado por el Banco Central, alcanzará en 2006 una relación superior al 20%, un nivel alcanzado sólo en contadas ocasiones a lo largo de los últimos 20 años. Ese nivel se ubicará por encima del promedio observado entre 1980 y 2005, aunque aún se encontrará algo por debajo del 22%-24% que, según se estima, sería el nivel adecuado para mantener un crecimiento sustentable de mediano y largo plazo.
Particularmente, para este año se espera que la estructura de las importaciones, según los usos que se le dan, mantenga la relación que se observó en 2005. Así, las compras externas de bienes de capital registrarían una suba interanual del 17%, los bienes intermedios crecerían un 13%, las partes y piezas de bienes de capital aumentarán el 15%, un 5% se incrementarán las importaciones de combustibles y lubricantes, mientras que los bienes de consumo (incluidos los vehículos automotores de pasajeros) registrarán un aumento del 23%.
BRASIL. El recurrente saldo comercial bilateral negativo que la Argentina viene soportando con Brasil desde hace más de dos años se mantendrá a lo largo de 2006 por, al menos, tres factores. Uno es el desempeño esperado de la economía argentina, que continuará mostrando un mayor dinamismo que la del vecino país. Otro punto es una cuestión estructural que hace que las empresas brasileras sean mucho más agresivas a la hora de conquistar mercados externos. Por último, algo que en parte se relaciona con el punto anterior, una producción a mayor escala torna a esa economía mucho más competitiva a pesar del deterioro comparado sufrido por el real respecto del peso en los últimos meses.
Finalmente, resulta importante destacar que el intercambio comercial con la Argentina perdió peso específico en la balanza comercial brasileña. En 2005, según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, las exportaciones de los productos del vecino país a la Argentina representaron el 8,4% del total de sus ventas externas. Si bien esta cifra mantiene a la Argentina como el segundo destino de las exportaciones brasileñas, es notable la diferencia respecto a lo que sucede con la importancia que el principal socio del Mercosur tiene en el total exportado por la Argentina: Brasil consume el 16% del total de las ventas argentinas al mundo.
En definitiva, más allá de diferencias sectoriales coyunturales –que las hay y las habrá– lo que ponen en evidencia estas cifras es un desequilibrio estructural que transforma al comercio exterior argentino decididamente más Brasil-dependiente, mientras que del otro lado de la frontera, si bien la importancia del comercio con la Argentina sigue siendo de cierta relevancia, esa dependencia no es tan acentuada.
Por Santiago Masot
Revista Fortuna