Argentina y México esperan cerrar el próximo 20 de enero la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica (ACE), que permitirá comerciar sin aranceles alrededor de 2.050 nuevos productos, con lo cual la liberalización del comercio entre los dos países alcanzará al 70 por ciento del universo del intercambio. Las negociaciones para la ampliación del ACE 6, el acuerdo de preferencias que tienen Argentina y México, incluyen productos industriales para ser comerciados sin arancel, principalmente de los sectores químico; textiles (hilados y telas pero no confecciones); aparatos mecánicos; máquinas y herramientas; manufacturas de plástico; caucho, en espacial neumáticos; metales y productos eléctricos.
"Después de más de un año de negociaciones hay interés en el cruce de unos 2.050 productos que no son conflictivos porque coinciden con el interés mutuo", es decir artículos que son complementarios o sobre el que ambos países pretenden comerciar recíprocamente, explicó la directora para América del Norte y Asuntos Hemisféricos de la Cancillería, Cecilia Barrios Barón.
Estos productos serán desgravados en tres canastas, una que incluye artículos de desgravación inmediata a la vigencia del acuerdo, otra a cinco años y la de mayor plazo a diez años.
Según estiman los negociadores, las tratativas se cerrarán entre el 17 y 20 de este mes, cuando se realice en México la próxima ronda de negociaciones, aunque aún resta limar diferencias en torno a expectativas de ambas partes de incorporar a la lista algunos productos considerados sensibles.
En el caso de la Argentina, la aspiración es incluir en la ampliación del ACE algunos agroalimentos, mientras que por el lado mexicano se apunta a incorporar más textiles, electrodomésticos y artículos de la línea blanca.
"En agricultura México tiene muy poco margen de maniobra por su política para el sector, por eso nunca pudimos negociar un acuerdo de libre comercio, pero la Argentina le pidió incluir algún agroalimento en este acuerdo, y en ese sentido puede haber posibilidad para algún producto que esté importando de otro mercado", señaló Barrios Barón.
En este aspecto, México se había comprometido a estudiar el pedido, y la diplomática consideró que "pueden dar una señal en algún producto que no estén produciendo", aunque apuntó que la aspiración argentina es poder incluir las carnes o los pollo, rubros muy protegidos en aquel país.
Por otra parte, Argentina ya expresó su negativa a incorporar al ACE más textiles, electrodomésticos, línea blanca, artículos de informática o televisores, que son considerados sensibles en el mercado local.
Sin embargo, Barrios Barón explicó que los pedidos de México "siguen en consulta" y que la Argentina estaría dispuesta a dar concesiones "en la medida que se trate de artículos que no están en producción en el país".
Además de las tratativas sobre estos productos sensibles, de aquí a la nueva ronda de negocios los funcionarios deberán subsanar diferencias sobre cuestiones técnicas, como los requisitos de origen.
Con la ampliación del acuerdo, la Argentina tendrá acceso sin restricción tarifaria a un mercado con un nivel arancelario más alto que el que se aplica en el país, con nuevos productos que tuvieron un monto de exportación promedio aproximado entre 1998 y 2004 de 100 millones de dólares estadounidenses.
No obstante, la funcionaria aclaró que este monto "poco tiene que ver con la potencialidad" que ofrecerá el mercado una vez desgravados productos que antes se exportaban con un arancel del 35 por ciento, en los casos más protegidos como los neumáticos o los textiles, pero "sobre todo porque son productos que ya tienen capacidad instalada de fabricación en el país".
"Nos gustaría cerrar el acuerdo el 20. No va a el ser mejor pero va a ser importante y va a haber otras oportunidades de volver a ampliarlo", concluyó Barrios Barón.