El negocio de exportar medicamentos goza de buena salud. Los pronósticos finales para 2005 anticipan cifras cercanas a los US$ 380 millones, que representa una mejora del 8% en relación con 2004, según estimó la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa). Sin embargo, los laboratorios que producen en la Argentina encuentran hoy limitaciones al crecimiento de las ventas al exterior. Básicamente, reclaman un aumento de los reintegros a la exportación, actualmente en un promedio del 2,5 al 5%, y la modificación del Código Aduanero para eliminar barreras aduaneras internas.
Un informe de Cilfa describe esto último como "un claro retroceso para cualquier proceso de crecimiento de las ventas externas de medicamentos de producción nacional".
"Es potencialmente limitativo de las ventas de medicamentos al exterior", sostuvo Eduardo Franciosi, director ejecutivo de Cilfa y autor del documento. "Es un tipo de regulación que va más allá del marco regulatorio que exige la OMC", agregó.
Para Franciosi, otro de los factores que limitan la apertura de mercados en el exterior tiene que ver con los bajos reintegros que cobra la industria. Hoy están fijados en 2,5% de su valor FOB, cuando otros bienes de menor valor agregado, como las perchas y jaboneras de plástico, son beneficiados con un 5% de reembolso.
"Se hicieron gestiones y logramos que el piso subiera", comentó Víctor Hugo Quiñones, gerente de Relaciones Internacionales de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme). "Después hubo un cambio y volvieron a bajar porque el Estado necesitaba recaudar más", agregó.
Valor agregado
En 2004, la Argentina exportó medicamentos por US$ 350 millones. De ese total, el 34 por ciento correspondió a ventas de laboratorios farmacéuticos argentinos y el 64% fue de las empresas de origen extranjero. El ranking de las primeras 20 empresas exportadoras del sector se integra con doce laboratorios multinacionales y ocho nacionales.
Lo vendido al exterior por los laboratorios que producen en la Argentina se vuelve ínfimo comparado con los US$ 125.000 millones que mueve el comercio internacional de estos bienes. Sin embargo, la lectura cambia si se focaliza en el valor que representa una tonelada de medicamento exportado.
"Hoy el 93 por ciento de lo exportado corresponde a medicamentos terminados y vacunas", expresó Quiñones, y agregó: "Esto representa un alto valor agregado". La demanda externa responde también a analgésicos, antibióticos y materias primas, según los datos de Cilfa.
Actualmente, los principales compradores de medicamentos argentinos son los países de América latina y el sudeste asiático. No obstante, en ambas cámaras coinciden en que se está trabajando en la apertura de nuevos mercados que no son los tradicionales (Turquía, Sudáfrica y Tailandia, entre otros).
Aunque no tiene registrado un número que refleje las inversiones totales de la industria farmacéutica en la Argentina, Franciosi subrayó que "es una industria intensiva en inversiones, por el alto nivel tecnológico que conlleva".
Sobre el futuro, el director ejecutivo de la cámara que agrupa a 40 laboratorios nacionales se mostró optimista. "Todo está dado para seguir creciendo. Hay una importante demanda que se ha fijado en la Argentina por su competitividad y calidad", dijo, y concluyó: "Hay que aprovecharla e impulsarla".
Por Francisco Jueguen
Fuente: La Nación