Luego de un período de retracción, el E-learning ya lleva dos años de crecimiento. El 70% de estos servicios está orientado a la exportación. El e-learning se afianza como modalidad de capacitación y desarrollo en el mercado corporativo. Tuvo su auge en coincidencia con el "boom" de Internet, sufrió una retracción al desinflarse la burbuja y volvió a crecer en los últimos dos años. El volumen del negocio "llegó a estar en 30 millones de pesos dólar anuales y hoy se encuentra en 40 millones de pesos", informa Sebastián Vigliola de la consultora IDN global y director regional de la Universidad Corporativa Fundación Caja Rural de Toledo.
Según lo indicado por el 2º Mapa de mercado de proveedores de E-learning elaborado por el Centro de Formación, Investigación y Desarrollo de Soluciones de E-learning de la FRBA UTN, las empresas argentinas dedicadas a este negocio poseen en promedio 4,7 años de experiencia y el 70,97% de ellas exporta sus productos y servicios. De las 41 empresas relevadas para el mapa 2004, se pasó a 63 en 2005.
"De acuerdo con estos relevamientos, la evolución actual del sector es más lenta que la de 2000, pero más sana y sólida", señala Juan Acevedo Miño director a cargo del Centro de E-learning de FRBA-UTN y director de la publicación Learning Review.
Marcos Fontela, Chief Comercial Officer de la empresa de E-learning AXG Tecnonexo, señala que "por lo menos la mitad de la producción de E-learning en la Argentina está dedicada a la exportación. En nuestro caso, la cifra asciende al 75% y está en crecimiento".
El CEO de e-dactica, Anthony Montalvo, señala que en este sentido "el factor precio es importante, pero el grado de calidad, sofisticación y flexibilidad que podemos ofrecer en la Argentina es difícil de igualar".
Fontela coincide: "la Argentina tiene profesionales de ciencias de la educación y del diseño comparativamente de muy buena calidad", asegura.
A medida
La demanda interna, por otra parte, creció en el segmento de las medianas y grandes empresas donde se buscan "servicios relacionados con el desarrollo de cursos y eventualmente plataformas de E-learning a medida", señala Miño.
Para Montalvo, "la demanda aumenta particularmente en los sectores que dependen de la tecnología como herramienta básica de trabajo: telecomunicaciones, servicios financieros, salud".
Sin embargo, Vigliola señala que el E-learning todavía representa "una parte muy chica del presupuesto de capacitación de las gerencias de RR.HH.: entre el 1 y 3%". En otros países, en cambio, "es del orden del 20%", indica. Para Montalvo "el bajo presupuesto destinado a capacitación sigue siendo un gran impedimento".
Fontela dice que "en general, los proyectos de E-learning en el sector corporativo son liderados por gerentes comerciales que quieren formar su fuerza de venta o distribución, y no por recursos humanos". La explicación del ejecutivo es que "sólo cuando capacitación y desarrollo es entendida como un área estratégica, se piensan soluciones creativas e innovadoras, como el E-learning".
Un ejemplo es el de la distribuidora de gas Camuzzi, que implementó una plataforma de educación a distancia diseñada para la gestión y administración de cursos de E-learning.
"Conceptualmente fue concebida como un apoyo a los cursos presenciales con el fin de flexibilizar los tiempos de capacitación, generar ahorros en la formación de personal, aumentar la cantidad de horas/hombre de capacitación y minimizar lo tiempos de inducción de los nuevos empleados", señala Silvio Giusti, jefe de Departamento de Capacitación y Desarrollo.
En este caso, dada la amplia dispersión geográfica de la empresa (Camuzzi Gas Pampeana y Camuzzi Gas del Sur distribuyen gas en el interior de la provincia de Buenos Aires y La Pampa y en toda la Patagonia), "muchas veces se hace difícil poder capacitar a todo el personal", explica Giusti. "Con esta herramienta apuntamos a mejorar los índices de cobertura".
Por Gabriela Samela
Fuente: Clarín