Argentina esta en camino de convertirse, nuevamente, en el "granero del mundo" como lo fue casi 100 años atrás. Pero esta vez no se trata de la producción de los tradicionales trigo y carne vacuna alimentados con agroquímicos, sino de productos orgánicos. Las cifras son contundentes: nuestro país ya ocupa el segundo lugar en el mundo en cuanto a superficie bajo seguimiento orgánico; hoy hay 3 millones de hectáreas en esas condiciones. Y como consecuencia directa las exportaciones crecieron en los últimos 6 años 10 veces al pasar de 5.000 toneladas y 3 millones de dólares, en 1995, a casi 50.000 toneladas y 35 millones en ventas al exterior el año pasado.

Los alimentos orgánicos son aquellos que provienen de un sistema de producción sustentable en el tiempo, con uso racional de los recursos naturales. No se utilizan insumos de síntesis química ni en el campo (pesticidas, herbicidas, funguicidas, etc.) ni en el proceso de industrialización (conservantes, colorantes, saborizantes, etc.) y no pueden utilizar insumos transgénicos.

"En un contexto en el cual las exportaciones se presentan como un poderoso combustible para hacer crecer la economía de nuestro país, el mundo de los productos orgánicos significa una nueva oportunidad para el desarrollo de la Argentina", opinó el licenciado Rodolfo Tarraubella, presidente del Movimiento Argentino de Producción Orgánica, MAPO.

- Los rasgos más relevantes de la producción orgánica son los siguientes:

1- El destino fundamental de los productos son los países de la Unión Europea;

2- Las mayores tasas de crecimiento se dan en los productos de origen vegetal;

3- Constante incremento de la superficie certificada dedicada a la producción;

4- Mantenimiento de los volúmenes de exportaciones en cereales y oleaginosos (soja, maíz y trigo); frutas (peras, manzanas) y hortalizas (cebolla);

5- Incremento industrialización de los productos orgánicos;

6- Significativo crecimiento en la producción y exportación de azúcar, jugos de fruta y vinos orgánicos.

La superficie bajo seguimiento de certificación alcanzó en 2001 casi 3,2 millones de has, de las cuales más de 225.000 corresponden a superficie destinada a la agricultura orgánica, el resto a producción de origen animal. Hay 1.664 establecimientos orgánicos certificados y cada provincia argentina tiene alguna empresa productora.

Por Alejandro Fischer
Fuente: Diario La Razon