Los fabricantes comenzaron a agruparse en consorcios exportadores. En Argentina hay unas 2.640 empresas (con 19.000 empleados), que facturan $ 1.400 millones anuales, según datos de Faima, la federación que nuclea a 20 cámaras del sector. En 2004, las ventas crecieron un 18% –una mejora que se sumó a la del 35% en 2003–, impulsadas por el auge de la construcción y la recuperación económica. Y, se estima, crecerían otro 20% este año.
Según una encuesta de Faima, las fábricas trabajan a un 70% de su capacidad y, de acuerdo a la Cámara de Fabricantes de Muebles, Tapicerías y Afines (Cafydma), se incorporó un 50% más de personal desde 2003. Capital, Gran Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe son los mayores polos productores.
A su vez, las exportaciones de muebles y asientos batieron el récord histórico en 2004, al sumar 41,34 millones de dólares, un 26% más que en 2003, aunque aún no representa más del 10% de la producción. Este año, treparán a "u$s 55 millones", estima Pedro Reyna, presidente de Faima.
El aumento no es azaroso. Los fabricantes comenzaron a agruparse en consorcios exportadores, con la ayuda de organismos estatales, o a asociarse para reducir los costos de producción. Y, al igual que los fabricantes de textiles, calzado y cuero, apuntan al diseño para ganar mercados, dice Ricardo Sorrentino, presidente de la de Cafydma. "Es difícil competir en cantidades con Brasil, Indonesia y China; como Pymes, sólo podemos hacerlo con valor agregado", coincide Juan Garat, apoderado de La Casona, que integra el grupo exportador Coemma.
Como contrapartida, las importaciones crecieron 108% en 2004, a u$s 41,53 millones, de los cuales el 80% vino de Brasil.
La clave de la asociación
Para la mayoría de los fabricantes no es fácil exportar, porque sus empresas son pequeñas (de 8 a 30 empleados). Por sí mismas, no pueden contactarse con potenciales clientes, participar en ferias o llenar contenedores. "Es necesario impulsar la creación de entes asociativos, que puedan producir muebles de forma integral, donde cada uno haga una parte", dice Reyna. Sorrentino cuenta que "las fábricas están incorporando la tercerización de partes y servicios, que permite crecer en escala y superar los obstáculos para exportar".
Ya hay varios proyectos en marcha en el Gran Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Chaco, impulsados por organismos estatales. En el partido bonaerense de San Martín, funciona desde 2002 Coemma, un grupo de nueve Pymes que fabrican diferentes desde sillas, pisos y herrajes hasta muebles de estilo, con un coordinador que busca oportunidades en el exterior. La asociación permitió a algunas firmas exportar por primera vez. Las ventas del grupo crecieron un 30%, con Chile, Puerto Rico, Paraguay, Estados Unidos y China como destinos. El próximo paso: llegar a Europa, a través de un showroom en España. En Chaco, se formó otro grupo a fines de 2004, que reúne a diez firmas (pisos, aberturas y tirantes para la construcción). Aunque recién se inicia, ya participó de la feria Ligna en Hanover (Alemania). "La asociación permite resolver problemas de volumen. Buscamos, más adelante, integrar procesos", comenta Hugo Iza, coordinador del grupo.
Fuente: Infurma