Las exportaciones de genética bovina, que en semen y embriones sumaron el último año unos 450 mil dólares, se destinan a los países de la región, pero la posibilidad de extenderlas a Estados Unidos y Europa tras la recuperación de la sanidad animal, entusiasmó a los productores asistentes al Primer Congreso Nacional de la especialidad que se desarrolló en Mar del Plata.
“El Congreso nos permite conocer la situación del mercado internacional y revisar las posibilidades de Argentina que es líder mundial en genética bovina y que, con sus problemas sanitarios ya resueltos, presenta un extraordinario potencial exportador”, dijo Ricardo Smith Estrada, presidente del Foro de Genética Bovina, una de las entidades organizadoras de la reunión.
El dirigente destacó que “la riqueza genética del ganado argentino es el resultado de un largo proceso de selección que durante más de cien años fortaleció los rasgos distintivos de las mejores razas bovinas incorporadas al país y las adaptó a las variadas condiciones climáticas y ambientales de su extenso territorio”.
A modo de ejemplo señaló el caso de los ejemplares de Angus o Hereford “que tienen perfectos desempeños en climas tan diversos como los de la Patagonia, el Litoral, la pampa húmeda o el subtrópico del noreste”.
Los compradores extranjeros reconocen el potencial genético argentino pero en los últimos años se interpusieron inconvenientes que trabaron el desarrollo de las exportaciones del sector. Uno de ellos fue “el brote de aftosa de setiembre de 2003, que nos cerró los mercados del mundo”, recordó el directivo.
La genética bovina se exporta, a través de embriones para implantar en hembras portadoras, semen para inseminar en reproductoras de calidad o animales en pie.
No hay evidencias científicas de que embriones y semen bovinos representen algún riesgo para la transmisión de enfermedades como la fiebre aftosa, pero igualmente el mercado mundial castigó a la Argentina con un criterio más comercial que sanitario.
“Con la acción conjunta del Foro (que nuclea a las asociaciones de criadores de las principales razas bovinas del país y a la Cámara Argentina de Biotecnología de la Reproducción e Inseminación Artificial) y la Secretaría de Agricultura a través del Senasa, estamos recuperando terreno”, dijo Smith Estrada.
Actualmente los productores argentinos exportan genética bovina a Brasil, Paraguay, Uruguay y Colombia y últimamente a Venezuela, que a través de acuerdos bilaterales compró meses atrás 800 vaquillonas lecheras y más recientemente unas 3.000 dosis de semen de holando Argentino.
Télam