La Argentina sigue entre los principales países que comercian con sus pares de la Unión Europea, aunque su desarrollo como exportador de productos con mayor valor agregado se ve seriamente limitado por barreras arancelarias y legales que lejos están de ser franqueadas. Según advierten los técnicos en materia de comercio exterior, lejos está la Argentina de obtener un guiño del bloque europeo para permitir la adquisición de productos con un valor agregado mayor.
Un informe de la Dirección Nacional de Alimentos, dependiente de la Secretaría de Agricultura, advirtió que esta estrategia impuesta por las potencias europeas "actúa en detrimento" del desarrollo exportador argentino.
Por ello, y pese a los reiterados reclamos realizados por el gobierno argentino en los foros internacionales, también se consignó en el informe que la continuidad de esta barreras también se ve avalado por "la existencia al interior de la UE de una vigorosa oferta agroalimentaria".
Las ventas del sector agroalimentario de la Argentina a los países que integran el bloque europeo muestran hoy, según los informes gubernamentales, una "importancia fundamental", ya que estas "superan en promedio a las realizadas a otros bloques como el Nafta o el Mercosur".
Crecimiento inferior
La importancia de la Unión Europea cobra una destacada significación en el caso de rubros tales como la miel, frutas frescas, residuos de la industria alimentaria, pescados, carnes y preparaciones de frutas hortalizas y legumbres.
Pese a ellos, se advierte que el crecimiento de las exportaciones agroalimentarias a Europea en los últimos diez años fue inferior a los verificados en el caso de otros destinos.
Entre las principales objeciones planteadas por los técnicos de la Secretaría de Agricultura, es "el reducido valor promedio por tonelada exportada que se verifica en los envíos a este bloque: al menos en relación a la capacidad de compra de buena parte de los países integrantes".
"Si bien la Unión Europea adquiere una importancia fundamental como destino de las ventas al exterior de la producción agroalimentaria local, la trascendencia de la Argentina como país proveedor de la UE parece ser de menor entidad", consideran los informes oficiales.
Las estimaciones del producto bruto brindado por la UE indican para 2003 un PBI del sector agroalimentario de 391,68 mil millones de euros a precios corrientes, para una población de algo más de 457 millones de personas.
Las estadísticas de comercio exterior muestran que Argentina juega actualmente un rol de primera línea en relación a la Unión Europea en la provisión de bienes tales como los residuos de la extracción del aceite de soja, aceites de girasol, carne bovina fresca o refrigerada, miel y aceite de soja, entre los casos más destacados.