La rosarina Sojar creció en el negocio de la nutrición y la farmacología. Exporta a EEUU y proyecta inversiones. Una muestra de que el conocimiento genera valor en la producción es la experiencia de Sojar, una empresa que nació hace casi 15 años en Rosario y logró desarrollar mediante los isoflavones de soja alimentos nutricionales y medicamentos. Blas Arzubi, presidente de Sojar, contó que la empresa produce derivados de soja con características especiales, "diferenciándose de lo que hacen las grandes plantas". Así, lograron desarrollar productos novedosos que patentaron y hoy se esparcen por el mundo. Exportan a Estados Unidos, Europa y América latina.
La pyme de 25 personas que nuclea a bioquímicos, ingenieros y químicos se concentró en la investigación de productos y procesos, y transformó el conocimiento en valor agregado. Sus productos para la industria alimentaria, proteicos derivados de la soja, cuentan con características especiales desde el punto de vista nutricional y funcional, explicó Arzubi.
Sojar comenzó a operar en 1989 y en la actualidad tiene una integración vertical de todo el negocio sojero, desde el cultivo de la oleaginosa hasta la producción de ingredientes para la industria alimentaria y de insumos derivados que, a su vez, son usados para la elaboración de medicamentos.
En la empresa, que produce su propia soja bajo un constante seguimiento para obtener una optima calidad del grano, salud y nutrición conforman el eje fundacional de todas las investigaciones. Trabajaron y trabajan en desarrollo de productos para el tratamiento de enfermedades crónicas. "Nuestro trabajo es en equipo, la sinergia genera muchas ideas. Todos están en todo. Los resultados son muy interesantes", apuntó Arzubi.
El presidente se remontó a los orígenes de la empresa y recordó que en la década del 90, cuando se creó Sojar, "entrar al negocio de la soja significaba dedicarse a la extracción de aceite o producción de harina animal pero, estudiando, se encontró un área donde había mucho por hacer". Fue así que nacieron los productos en base a los isoflavones de la soja, un desarrollo con alto valor agregado.
"Se trató y se trata de un desafío importante, donde prima la creatividad y la capacidad de los profesionales. En ese momento no podías competir con las grandes corporaciones que se venían a instalarse en el país y Sojar significó encontrar una alternativa de empresa. A veces, cuando se hacen inversiones no se piensa tanto, pero existen opciones interesantes para que los commodities se transformen en productos con valor agregado", explicó.
Ampliación
En tanto, Arzubi anticipó que está en marcha una nueva ampliación de la empresa en el sector de fotoquímica de la soja. El instituto de investigación y desarrollo con planta piloto de Sojar se encuentro en la zona de Arroyito y la planta madre en el km. 28 de la ruta 34, a siete kilómetros del río Carcarañá.
Uno de los productos de la empresa local es Soyegg Plus, una harina funcional producida partiendo de porotos de soja seleccionados, ideal para aplicaciones de panadería tales como pan dulce, scones o roscas, que une un perfil nutricional óptimo a las ventajas de frescura y extensión de vida útil al evitar la retrogradación del almidón. También está Sojarpro, un producto dispersable y soluble especialmente desarrollado para sistemas alimenticios donde se requiere una proteína altamente funcional. Además cuenta con Sojarcon, el concentrado de proteína de soja con sabor y alta dispersibilidad que, desde un punto de vista funcional, puede emplearse en el desarrollo y elaboración de una gran variedad de productos gracias a sus propiedades ligantes y emulsificantes, y Sojalac que es una mezcla de proteína de soja y proteína láctea con un perfil de sabor adaptado y de alta solubilidad que puede ser empleado en la fabricación de una amplia gama de productos alimenticios.
Por Patricia Martino
Fuente Diario La Capital de Rosario