Los sectores químico y petroquímico no les pierden el paso a tres de los mandamientos más importantes del comercio exterior: incrementar las exportaciones, promover la transición de ventas de materia prima hacia las de productos con valor agregado y plasmar una estrategia regional previendo la cercana integración continental. En estos tres frentes está trabajando la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (Ciqyp), según explicó a LA NACION su director ejecutivo, José María Fumagalli.
"Este sector evolucionó en los últimos años con inversiones que superaron los US$ 1300 millones y que le permitieron duplicar su capacidad productiva de 3,3 millones de toneladas de productos petroquímicos en 1999 a más de 7 millones en 2001", señaló Fumagalli.
Hasta el año último, la ecuación comercial del sector se repartía en un 60% para el mercado interno y un 40% para la exportación, "pero con la crisis local se invirtió la relación: las plantas están trabajando al 100% de su capacidad y se exporta todo lo que no demanda el mercado local", dijo, y añadió que "las ventas externas de estos sectores rondan los US$ 2000 millones".
El segundo eje estratégico de la cámara es aumentar la presencia de polímeros nacionales (los principales son el polipropileno, polietileno, policarbonato, PVC y PET, entre otros) en los mercados internacionales por el aumento de las exportaciones de productos con valor agregado, como el plástico.
Por este motivo, la entidad selló un acuerdo con la industria plástica, que transforma los polímeros en productos de alto valor agregado para el consumidor final (como bolsas de supermercados y juguetes) o como insumo de otras industrias (paragolpes de automóviles, autopartes o productos medicinales).
El acuerdo entre ambas industrias complementarias prevé "el fortalecimiento de la cadena productiva petroquímica-plástica para que la Argentina exporte más valor agregado que la simple exportación de polímeros", resumió Fumagalli.
Básicamente, se acordará una baja en los costos de las materias primas para hacer más competitiva la industria plástica de exportación.
- Hacia el ALCA
Estas acciones se complementan con el tercer vértice que más le interesa al sector: generar una política de Estado a largo plazo con miras al lanzamiento del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) a partir de 2005.
"Apostamos muy fuerte al Mercosur y a partir de allí buscamos la mejor forma de insertarnos en las negociaciones del ALCA y del Mercosur con la Unión Europea", destacó Fumagalli.
Sucede que la industria petroquímica argentina es 30 veces menor que la de Estados Unidos o Europa. Y ante un escenario de liberación comercial, las industrias químicas del Mercosur se pusieron de acuerdo y se adelantaron, en el plano privado, en delimitar los alcances de las negociaciones.
Para ello funciona el Consejo de la Industria Química del Mercosur (Ciquim), que le ofreció a los Estados socios del bloque una propuesta que detalla sus necesidades para que negocien en el ALCA.
Lo que cada industria elevó a sus respectivas autoridades es un borrador que contempla, entre otros puntos, cláusulas que compensen las asimetrías comerciales entre las fábricas del Mercosur y las desarrolladas del ALCA, principalmente las del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, en inglés).
Una de ellas prevé una salvaguardia especial para el sector químico en la que el Ciquim solicita a sus gobiernos "que incluyan un mecanismo de verificación del desbalance comercial en los años segundo, cuarto, sexto y octavo del período de transición". De agravarse el desequilibrio comercial en perjuicio de los productos del Mercosur, éste "podrá establecer contingentes arancelarios para los productos afectados".
"Nuestra industria es muy compleja: tiene 2850 posiciones arancelarias y por eso quisimos ayudar a nuestros gobiernos en las cuestiones técnicas", explicó Fumagalli, al tiempo que añadió que es necesaria una política "que sobreviva al recambio gubernamental porque el impacto de las negociaciones se sentirá dentro de 10 o 15 años".
Fuente: Diario La Nación