Hace una década, nadie hubiera creído que en una hoja de menta se escondía un negocio jugoso. Hoy, con ganancias por exportaciones de 52 millones de dólares en 2003, el panorama se presenta distinto y la producción de aromáticas (ya sean especias, hierbas o aceites esenciales) atrae cada día a más productores y cooperativas en busca de exportar. Es el caso de la Asociación de Productores de Aromáticas de Sanford (Santa Fe), que nació en 1997 bajo una premisa: incursionar en una producción atípica y lograrlo por medio de un proyecto asociativo. Con la ayuda del Programa Fortalecer y la dirección de Héctor Busilacchi, en siete años el grupo pasó de producir tres hectáreas en un campo prestado a tener 30 hectáreas de hierbas en un establecimiento propio, con secadero incluido.
Claro que el paso de un punto al otro no fue fácil, cuenta Busilacchi. "Yo había traído el know-how de Italia y luego me dediqué a investigar qué hierbas eran adecuadas para la zona, y podrían tener demanda", dijo.
El resultado de las investigaciones, y de un proceso de capacitación auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Agraria Argentina, fue la plantación de tres hectáreas de menta en el campo de uno de los productores.
Pegar el salto
Eso fue sólo el comienzo. A los dos años, a los productores les pareció que el espacio les quedaba chico, como también los secaderos en bandeja, que sólo tenían una capacidad de procesado de 80 kg de hierbas deshidratadas por día.
"Por eso, en base a fondos propios, dimos el salto: compramos un campo de 25 hectáreas para producir; incorporamos el cultivo de melissa y perejil, y nos asociamos a un productor que tenía desarrollado un secadero continuo, con mucho mayor capacidad de secado", contó Busilacchi.
Con la compra del establecimiento, la incorporación de la nueva secadora (con capacidad de secado de 900 kilos de hojas por día), y el paso del sistema de riego por surco al de riego por aspersión, los productores lograron aumentar su producción a 20.000 kilos.
Para los santafecinos uno de los factores de impulso fue producir en forma conjunta. "Al principio queríamos cultivar por separado, pero luego nos dimos cuenta de que era mucho más barato hacer las inversiones entre todos y centralizar la producción", recordó Busilacchi.
Actualmente, el grupo tiene unas seis hectáreas de menta, cinco de melissa y unas 25 de perejil, que venden en bolsas grandes a herboristerías, mayoristas y algunos clientes como Establecimiento Las Marías. En el caso de la melissa lograron establecer un hito, ya que a partir de su producción se sustituyó la importación de esta hierba.
A pesar del éxito, los productores no creen tener "la vaca atada". Quieren seguir expandiéndose, pero se enfrentan con una limitación: no contar con gas natural en la planta de elaboración, por lo que están proyectando instalarse en alguna ciudad que tenga conexión a la red. "Es que los costos del gas envasado aumentaron un 200 por ciento, y eso nos resta competitividad", dijo Busilacchi.
El caso de los productores de Sanford fue tomado como modelo del Programa Fortalecer. Luego de que el BID llegó a la conclusión de que Fortalecer había sido uno de los mejores programas de América del Sur, el plan se convirtió en una fundación y lanzó otro proyecto: el "Sistema de Facilitacion de Acceso a Mercados Internacionales para Pequeños y Medianos Productores y Pymes". Y el propio Busilacchi se integró a la fundación, que asesora a empresas con intenciones de exportar y ayuda en la implementación de buenas prácticas agrícolas.
Por Mercedes Colombres
Fuente Diario La Nación