El Gobierno reglamentó esta semana la ley de promoción de la industria del software y espera completar antes de fin de año los trámites para la puesta en marcha del régimen que permitirá duplicar los empleos del sector en el término de dos años y la multiplicación de la facturación, tanto en el mercado doméstico como en las exportaciones. "Hay un gran trabajo hecho por la Secretaría de Industria, por la velocidad de la reglamentación de la ley que por ser de promoción tiene sus dificultades", remarcó el titular de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi), Carlos Pallotti.
El empresario recalcó que "el gobierno cumplió no sólo en apoyarnos en la sanción de la ley sino en acortar los máximos de los tiempos", ya que esta reglamentación se resolvió en un "tiempo récord para una ley de promoción".
Por la Secretaría de Industria, Alberto Briozzo aclaró que "para que el régimen esté operativo falta la resolución y armar la estructura administrativa. Estamos trabajando fuertemente para llegar con el primer formulario presentado antes de fin de año".
La resolución que resta establece los aspectos administrativos, desde en qué ventanilla se reciben los formularios, el formato del mismo, hasta la cuenta corriente donde se acreditarán los beneficios fiscales de las empresas que entren en la promoción.
Entre los beneficios fiscales que establece la ley se cuenta el 70 por ciento de aportes patronales que una vez pagados a la AFIP se computarán como crédito fiscal para las empresas y/o actividades promocionadas.
La instrumentación de dicha cuenta es el trámite que mayor demora puede acarrear en la puesta en marcha del sistema.
De todos modos, Briozzo sostuvo que "el compromiso es llegar con la puesta en marcha del régimen antes de fin de año".
La promoción para el sector prevé una estabilidad fiscal de 10 años para las empresas que invierten en investigación y desarrollo, además de una reducción del 60 por ciento en el Impuesto a las Ganancias y del 70 por ciento en los aportes patronales.
El impacto fiscal de la promoción -que implica una reducción de entre el 9 y el 10 por ciento del costo laboral para las empresas- puede llegar a los 12 millones de pesos.
Pero tanto para Briozzo como para Pallotti, "la creación de empleos y de negocios permitirá recuperar con creces ese impacto".
"Sin tener aún la ley, los ingresos de plata nueva generados por las exportaciones de software entre el 2002 y el 2003 -cuyo diferencial fue por 100 millones de dólares- generaron una reactivación del consumo", apuntó Pallotti, para quien esa diferencia equivale a "pagar 25.000 planes Jefes y Jefas de Hogar".
Las exportaciones de este sector pasaron de 40 millones de dólares en el 2002, a 140 millones en el 2003 y para este año se prevé llegar a los 200 millones de dólares, con un total de 8.000 empleos en Argentina dedicados exclusivamente a las ventas al exterior.
Los empleos actuales del sector alcanzan los 25.000 puestos, con mano de obra altamente calificada y, respecto del 2002, el crecimiento es del 60 por ciento.
La expectativa del sector y del gobierno es que la implementación de la ley llevará a más de 50.000 los empleos directos del sector de software y servicios -en el 2007-, sin contar a los recursos de los departamentos de sistemas de las empresas no informáticas.