Quedó formalmente constituida la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), que tendrá a su cargo la marcha del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI), el que contempla qué debe hacer la vitivinicultura argentina para hacerse más competitiva, tanto en los mercados interno como en el internacional. Australia, con un plan similar, quintuplicó sus exportaciones de vino. Argentina quiere hacer lo mismo. La presidencia del organismo quedó en manos del mendocino Eduardo Sancho, la vicepresidencia primera para un sanjuanino y la tercera para un riojano, mientras el comité ejecutivo estará integrado por los titulares de las entidades vitivinícolas participantes en la conformación del PEVI.
Además de los gobernadores de Mendoza, Julio Cobos, y de San Juan, José Luis Gioja, estuvieron presentes el titular del INV, Enrique Thomas; los senadores nacionales por Mendoza Marita Perceval y Ernesto Sanz; los diputados nacionales Luis Borsani, Daniel Esaín y Guillermo Amstutz; los ministros de Economía de Mendoza, Laura Montero y de la Producción de San Juan Antonio Giménez; los ex legisladores nacionales Elsa Correa de Pavón, Arturo Lafalla y Jorge Pardal; funcionarios de las provincias vitivinícolas y representantes del sector privado.
El encargado de abrir el acto fue Eduardo Sancho, quien destacó que para la puesta en marcha del PEVI hicieron falta tres años de trabajo, “en un proceso de construcción colectiva y de logro de consensos”, diseñando los ejes centrales de la política vitivinícola.
Luego de señalar los objetivos básicos del PEVI, Sancho destacó que “ha llegado el momento de concretar lo que por consenso hemos acordado, pasando a la acción, asumiendo los compromisos y responsabilidades”, planteando entonces la necesidad de la participación de todos los actores de los sectores público y privado”.
Destacó entonces que el precio del vino debe tender a la estabilidad, transformarse en un negocio rentable “para todos los actores de la cadena”, ser un negocio previsible, moverse con reglas claras y establecer un crecimiento sostenido, tanto en el mercado interno como en el internacional.
Planteó entonces que, como los fondos no son suficientes, debe existir un acompañamiento por parte del Estado (se supo que en una primera etapa Mendoza aportará dos millones de pesos y San Juan un millón), destacando Sancho que “no estamos pidiendo más fondos públicos, sino una correcta asignación de los recursos”.
Finalizó indicando que en el PEVI “no hay lugar para los detractores ni para los oportunistas”.
El titular del INV, Enrique Thomas manifestó que se trata del inicio de “una nueva vitivinicultura, porque se aplica una verdadera política de Estado”, mientras el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, manifestó su “orgullo” por participar de un acto “trascendente”. Indicó entonces que “en una Argentina donde la improvisación fue la causante de nuestros males, hoy estamos pensando en el 2020”. Aseguró que la vitivinicultura argentina ha ganado en calidad y dijo que tienen que terminarse las especulaciones.
Finalmente, Julio Cobos expresó su reconocimiento “a todos los que trabajaron en la implementación del PEVI”, destacando que “tenemos que agudizar el ingenio para aprovechar los recursos con que contamos”.
Qué es el Pevi
El Plan Estratégico Vitivinícola contempla qué debe hacer la vitivinicultura argentina para hacerse más competitiva, tanto en los mercados interno como en el internacional.
Aportes. El sector privado aportará para la implementación del plan, aunque en una primera etapa los estados provinciales (Mendoza dos millones y San Juan uno) harán un “anticipo” para que puedan comenzar a trabajar.
Objetivos. Cinco son los objetivos fundamentales del PEVI: promover el desarrollo de los pequeños productores; propender al crecimiento del jugo concentrado de uva; fortalecer el crecimiento del mercado latinoamericano de vino; reimpulsar el mercado argentino e impulsar el posicionamiento de los vinos de calidad en los mercados del Norte.
Antecedentes. Australia, con un plan similar, quintuplicó sus exportaciones de vino. Argentina quiere hacer lo mismo.
Por Luis A. Fermosel
Fuente: Diario Los Andes