Las bodegas argentinas están dispuestas a aprovechar todos los
canales para incrementar sus exportaciones. A las tradicionales de venta por medio de
los grandes distribuidores internacionales de vino ahora se suman otras alternativas,
como el Club del Vino, cuyos nuevos dueños españoles quieren comenzar a ofrecer los
productos elaborados en el país a sus más de 70.000 socios europeos. Para
anunciar los proyectos de exportación mediante este sistema comercial, visitó Buenos
Aires Massimo Galimberti, empresario de origen italiano que en España es el dueño del
Club de Vino Selección, la mayor entidad de este tipo de España y una de las más
grandes de Europa, con socios distribuidos en Alemania, Holanda y el Reino Unido.
El Club del Vino fue fundado en 1984 por el empresario argentino Eduardo
Vázquez, que había trabajado con Galimberti en el proyecto de Vino Selección en
España durante la década del 70.
Después de un accidente en el que
Vázquez perdió la vida, sus herederos se contactaron con Galimberti para ofrecerle la
compra del negocio en la Argentina, operación que finalmente se concretó hace un par
de años.
"Con Eduardo siempre nos mantuvimos en contacto y por eso
cuando me ofrecieron quedarme con el Club del Vino no lo dudé, aunque desde ya que
no figuraba en mis planes enfrentar una crisis como la que vivió la Argentina a fines del
año pasado", expresó Galimberti.
El empresario de origen italiano afirma
que pese a los problemas económicos que enfrenta el país, el negocio del Club del Vino
no se vio resentido y que, incluso en los últimos meses, empezaron a ampliar su cartera
de clientes.
"Nuestros socios se mantienen fieles y durante los últimos
meses pese a la crisis tuvimos más altas que bajas y en promedio estamos ganando
más de 100 socios nuevos por mes", señaló Galimberti.
En la actualidad,
el Club del Vino cuenta con 10.000 socios -que pagan una cuota trimestral de $ 18
pesos- y a cambio reciben ofertas para adquirir partidas especiales de vinos que sólo
se venden en la entidad y que no llegan a las góndolas de los supemercados ni a las
vinotecas.
La empresa proyecta terminar el año con una facturación de
3,5 millones de pesos, muy lejos de los negocios que tiene el grupo en Europa, donde
cuenta con 71.000 socios y factura anualmente 25 millones de euros.
"Si
bien la devaluación tuvo un impacto en nuestro negocio, también nos abrió nuevas
oportunidades, especialmente mediante la exportación. Los vinos argentinos ahora son
muchos más competitivos para comenzar a distribuirlos entre los socios que tenemos
en gran parte de Europa", señaló Galimberti.
Fuente: Diario La Nación