Mostrando un sostenido crecimiento, la certificación de exportaciones de carnes frescas de conejo, durante enero-julio de 2004, sumaron 688 toneladas por un valor de 3.598.000 dólares, superando en volumen y en divisas los envíos de todo el 2003, donde alcanzaron las 379 toneladas por 1.664.000 dólares, según informó hoy el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). El principal destino para la carnes frescas de conejo fue Holanda hacia donde se registraron envíos por 222 toneladas y un valor de 1.204.000 dólares, superando en volumen y en divisas los envíos de todo el 2003 hacia ese destino, donde se certificaron exportaciones por 138 toneladas y 586.000 dólares.
También se registraron exportaciones a España por 150 toneladas y 813.000 dólares; a Austria, 115 toneladas y 655.000 dólares, Bélgica, 99 toneladas y 476.000 dólares; Alemania, 68 toneladas por 254.000 dólares y Francia, 34 toneladas por 196.000 dólares.
Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que no debe conllevar ningún riesgo sanitario y contar con una calidad microbiológica óptima.
Los cortes se envasan individualmente en envases primarios de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea. Estos requisitos se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes.
Las plantas frigoríficas que se habilitan para carnes de conejo doméstico procesada, aplican un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el SENASA.
En 2002, luego de más de 7 años sin registrarse exportaciones de carnes frescas de conejo desde la Argentina, se reiniciaron los envíos hacia la Unión Europea sumando 124 toneladas por un total de 491.000 dólares. En 2003, las exportaciones alcanzaron las 378 toneladas por 1.663.000 dólares.