La
mejora alimenticia de 50 millones de brasileños pobres es una oportunidad para ampliar
las posibilidades de exportación de ajo, frutas y conservas mendocinas. Las mayores
ventas locales dependerán del nivel de crecimiento y del grado de sustitución de
importaciones del gigante sudamericano. Aún con la aguja de la economía en el
rojo, a la actividad mendocina se le siguen presentando oportunidades internacionales.
Al respiro que significó el turismo de Chile para el comercio local, ahora se agregará una
segunda oportunidad -desde Brasil- para el agro y la agroindustria local.
La
posibilidad cierta de que 50 millones de brasileños marginados se incorporen al
consumo, abre una nueva alternativa exportadora en las fincas y plantas conserveras
de Tunuyán, San Martín y San Rafael.
La aplastante victoria de Lula en
Brasil (53 millones de votos) preanuncia cambios en la región que no podrán dejar de
repercutir sobre Mendoza.
Es que -marcando el final de un ciclo y el
comienzo de otro en el subcontinente- la población del principal mercado de
exportación (en volumen) de Mendoza se ha pronunciado en forma contundente en
favor del fortalecimiento del Mercosur; por el condicionamiento a la conformación del
Alca a una relación más equilibrada Sur-Norte; en pro de una mejor distribución interna
de la riqueza y de los alimentos y por un fortalecimiento del poder político que lo haga
recuperar independencia frente a los grandes agentes del poder económico.
“Los mercados deberán acostumbrarse a que los brasileños comamos tres veces
al día”, ha dicho el presidente electo de una nación que -a pesar de ser la octava
economía del mundo, tiene en su interior a 50 millones de pobres y 20 de indigentes. Y
esto no puede pasar inadvertido en una provincia esencialmente agroalimentaria como
Mendoza.
Alrededor de Lula se ha generado todo un contraste: por un
lado el festejo de millones de ciudadanos que creen firmemente que la hora de la
exclusión comenzó a llegar a su fin. Por el otro, la intranquilidad de unos mercados
alborotados no tanto por no saber aún quién será el próximo ministro de Economía, sino
porque sospechan que -esta vez- no podrán nombrarlo.
Aunque Lula
priorizará la producción nacional y la sustitución de importaciones -ya que necesita una
balanza comercial y de pagos positiva- deberá apelar a la importación de alimentos
para dar de comer decentemente a 50 millones de bocas nuevas. Y allí, el Mercosur
puede ocupar un lugar destacado.
En Mendoza
Nuestra provincia concentra el 75% de la industria conservera del país, es la principal
productora de ajo, la segunda en peras y manzanas y la cuarta en aceitunas. Ya está
exportando peras frescas, duraznos frescos y en almíbar, ajo, aceite de oliva y vino a
Brasil, pero sólo hacia los grandes centros de consumo del Sudeste y Centro-Sud de
Brasil donde viven 80 millones de personas. Por el momento nada llega al Centro Oeste,
al Norte ni al Nordeste de Brasil donde viven 50 millones de personas con necesidades.
“Con una política de redireccionamiento de las exportaciones podríamos
desarrollar estos nuevos mercados”, afirmó el agregado agrícola en la embajada
argentina en Brasilia, Miguel Campos el jueves pasado en nuestra provincia.
Y destacó que aunque Brasil ha bajado sus importaciones generales, sigue
ampliando las importaciones alimenticias desde la Argentina. “Aunque bajó la relación
de compra brasileña a la Argentina en todos los productos de 5 a 3,5, las compras
alimentarias continúan subiendo”.
En tanto en el consulado de Brasil en
Mendoza -a cargo del abogado y ex viticultor Guillermo Cuervo- permanecen a la
espera de nuevas indicaciones desde Brasilia, a menos de 60 días de la asunción de
Lula.
Y en ProMendoza resurgen las esperanzas de reabrir la oficina en
Brasil, caída por falta de fondos.
Empresas mendocinas
La polémica, la inquietud y la expectativa que genera Brasil, involucra a los
empresarios mendocinos.
En sectores de fuerte posicionamiento
internacional -como el vitivinícola- existe una visible tendencia en favor del Alca más
que del Mercosur. Pero entre empresarios del ajo y las aceitunas predomina la
inclinación por el Mercosur.
En general las empresas de mayor volumen (caso
Impsa en el sector metalúrgico con presencia en Argentina, Brasil, Malasia, China y
Colombia) ven al Alca como la mejor oportunidad, mientras que las más pequeñas
(Metal Liniers, con ventas en ciernes de tanques de acero inoxidable a Perú) advierten
las amenazas de una integración continental y prefieren actuar sobre mercados
sudamericanos.
“Creo que el desarrollo y el mayor consumo en Brasil va a
ayudar a Argentina a mover su producción y esto contribuirá a la reactivación en
Mendoza”, afirman en la empresa Ángeles producciones, exportadora de ajo, cebolla y
zapallos a Brasil y Estados Unidos.
“En Mendoza estamos muy temerosos
por la falta de instrumentos financieros que garanticen las cobranzas. En general Brasil
se ha atrasado en estos últimos dos meses en casi todas sus obligaciones, muchas
operaciones comerciales se han caído y otras se han paralizado. Esto ha restringido
aún más el poco crédito que pueden dar las pymes, porque si no cobran no pueden
seguir exportando”, dicen brokers exportadores locales. Con el deterioro del Mercosur
una docena de empresas mendocinas (sin contar bodegas) decidió lanzarse a
diversificar mercados y a funcionar como ‘empresas globales’.
“No es
momento de disyuntivas entre Alca o Mercosur. Hay que buscar los negocios donde
estén”, dicen en Industrias Matas (caldos, menta, hortalizas deshidratadas, alimentos)
hoy lanzados principalmente a crecer como empresa global en China, Estados Unidos,
Europa, Africa y Centroamérica. “Desde la planta de alimentos para planes nutricionales
de Paraguay podríamos abastecer una mayor demanda de Brasil”, subrayan directivos
en Guaymallén.
“Brasil es un potencial consumidor creciente de productos
mendocinos” destacan en Alco (conservas en Valle de Uco, San Rafael, Catamarca). No
obstante, subrayan que este año su tarea preferencial apuntará a colocar pera y
duraznos en Europa. Asimismo seguirá exportando pulpa a Centroamérica, continuará
con sus envíos a Chile y se dedicará a atender fuertemente el mercado interno, con
sus marcas Canale y Alco.
En tanto en empresas de bienes durables,
Platinum -donde se consumen 250 toneladas diarias de madera de álamo y pino del
Valle de Uco y Sur de Córdoba, para fabricar muebles y placas de aglomerado - buscan
consolidar su proyección por Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Guatemala,
Nicaragua y Panamá. Respiran aliviados porque la devaluación argentina les paró la
‘invasión brasileña’ pero reconocen que aún es muy difícil hacer pie en el propio
Brasil.
Finalmente, desde el sector de servicios Publicidad Sarmiento (con
cartelería en Mendoza, Buenos Aires, San Pablo, Belho Horizonte, Santiago de Chile,
Santo Domingo y Miami), reconocen que “la actividad en Brasil va a seguir creciendo”,
porque “este país continente ofrece siempre posibilidades para Mendoza se incorporen
o no esos 50 millones de personas”.
Bodegas
Entre los
mismos bodegueros la disyuntiva Mercosur-Alca tiene diferentes respuestas. Un sector
de bodegas de vinos finos -identificado con Bodegas de Argentina y aún con empresas
de propiedad social como Fecovita- ven en el Alca la posibilidad de crecer en el
mercado norteamericano y se pronuncian firmemente por una integración activa al
bloque de países vitivinícolas del Nuevo Mundo.
En cambio, otras bodegas de vino
fino (mayoritariamente nucleadas en la Unión Vitivinícola Argentina) y una buena parte
de las de vino de mesa, formulan advertencias sobre la identificación con los países del
Nuevo Mundo (que lidera Estados Unidos), alertan sobre los peligros de la
desproporción entre las partes del Alca y subrayan la necesidad de fortalecer el
Mercosur como punto de partida de todo.
FUENTE: Diario Los Andes