La devaluación les trajo oxígeno a las economías regionales
Gran parte de la producción de las provincias que están fuera de la Pampa Húmeda se dedica a la exportación.
Por eso figuran entre los que ganaron con la salida de la convertibilidad. La Argentina no sólo produce carne, trigo y soja. Eso lo saben bien quienes habitan las provincias extrapampeanas, donde una quincena de economías regionales han comenzado a mostrar signos de reactivación como consecuencia de la mejora del tipo de cambio que trajo la devaluación. El proceso no impacta en todas las regiones por igual, pero sí en la mayoría. Las más beneficiadas son aquellas que destinan el grueso de su producción a los mercados de exportación.
En conjunto, las economías regionales exportan por cerca de US$ 2.000 millones anuales. Con un dólar a $ 3,50, la rentabilidad de esas actividades mejoró de manera notable, aunque en muchos casos también se dispararon sus costos de producción. De todos modos, la situación es sumamente distinta a la que se vivía con el 1 a 1. Frente a este mosaico de realidades, Clarín realizó un relevamiento para saber cómo quedaron las distintas economías regionales luego de la devaluación:
Peras y manzanas. Los productores del Alto Valle de Río Negro y Neuquén se han beneficiado con una mejora de sus precios, aunque vienen de una crisis de varios años. La Argentina es el principal exportador mundial de peras (con casi 300.000 toneladas) y también exporta el 25% de las manzanas que produce (190.000 toneladas). Además elabora 60.000 toneladas de jugo, que vende en los Estados Unidos.
Azúcar. Según datos del Centro Azucarero de Tucumán, esta zafra se produjeron 914.300 toneladas de azúcar, unas 50.000 más que en la de 2001. Gracias a la devaluación se registró un fuerte aumento de las exportaciones, que pasaron de 110.000 a 260.000 toneladas pese a una caída del 30% del precio internacional. Además se duplicó el precio en el mercado interno.
Limones. Es la segunda actividad de Tucumán, pero viene creciendo a un ritmo anual de entre 8% y 10% , lo que permitió a la provincia posicionarse como la mayor exportadora de limones del mundo. Este año se batió un nuevo récord de producción, al alcanzarse 1.250.000 toneladas, de las cuales se exporta una cuarta parte en fresco y otras 850.000 toneladas se transforman en jugo concentrado, que también se vende al exterior. La devaluación ayudó, aunque cayeron los precios externos.
Porotos. Salta concentra el grueso de la superficie (187.000 hectáreas sobre un total de 260.000) y exporta casi el 90% de su cosecha, fundamentalmente a Brasil. El nuevo tipo de cambio incentivó esos negocios: respecto de igual lapso de 2001, en los primeros siete meses las exportaciones de porotos negros crecieron un 7%, las de poroto alubia saltaron el 206%, y también lo hicieron las de poroto carioca, un 201%.
Tabaco. Se produce especialmente en Salta, Misiones y Jujuy. En la primera de las provincias se prevé una ampliación de la superficie cercana al 15%.
"Hay un gran interés mundial por el tabaco argentino", explicó el gerente de la Mutual de Tabacaleros, Eduardo Wialliams. Como el grueso de la producción se exporta, el precio al productor saltó de $ 1,75 por kilo el año pasado a $ 2,63 en abril.
Ajo. Muchos productores mendocinos no pudieron aprovechar la mejora de los precios porque vendieron su cosecha 1 a 1 (la temporada va de octubre a julio). Pero de 7 millones de cajas de producción, 6 millones se exportaron (65% a Brasil) aprovechando los mejores precios. Para esta temporada la superficie cultivada no variará significativamente, porque no se sabe si habrá buena rentabilidad y si se podrá colocar toda la producción. Pero Luis Chiapinotto, de la Asociación de Productores de Mendoza, fue claro: "Con el 1 a 1 estábamos con rentabilidad negativa y condenados a cerrar las puertas. Ahora por lo menos podemos competir".
Vinos. La producción vitivinícola de 2002 fue una de las mejores de la historia, por la calidad de las uvas obtenidas. Pero el sector todavía no pudo aprovechar a pleno esta situación: en el primer semestre las exportaciones de vinos cayeron casi 20%, aunque agosto mostró un repunte del 134% respecto de julio. Bodegas de Argentina estima que el segundo semestre será como el del año pasado, aunque los bodegueros más optimistas dicen que los envíos crecerán el 20%.
Olivos. Los productores de aceitunas todavía no pudieron aprovechar el mejor tipo de cambio porque la mayor parte de su producción va a Brasil, que también devaluó. No obstante, hay interesantes movimientos en el sector del aceite de oliva, que se benefició especialmente con el encarecimiento de las importaciones. Por ejemplo, Laboratorios Roemmers inauguró una planta en La Rioja, Cargill se metió en el negocio y hasta la empresa Timbó Riojana realizó la primera venta del país a los Estados Unidos.
Madera. La devaluación benefició sobre todo a los aserraderos de pino ubicados en Misiones, que pudieron recuperar posiciones en EE.UU. y ganaron mercado en el sur de Brasil. Hay empresas del sector que han podido vender tableros y aglomerados en Asia y otros mercados que no eran habituales. En la Asociación Forestal Argentina evalúan que al cabo del año se logrará exportar por entre 80/100 millones de dólares, contra los 40 millones del año pasado. Un contrasentido es que el Estado adeuda unos 70 millones de pesos en subsidios a los forestadores desde 1999.
Lana. Es una economía clave para la Patagonia, que destina 90% de la producción a exportación. En la temporada 2001/02, los envíos sumaron 68.800 toneladas y crecieron 11% respecto del período anterior. La salida de la convertibilidad impactó de lleno en el sector: los ingresos en pesos se triplicaron y además se registra una suba de precios internacionales. "No se trata de una explosión sino de una situación de equilibrio frente a una realidad que había sido totalmente desfavorable en los últimos años", señalaron en la Federación Lanera.
Arroz. Este cultivo se concentra en Corrientes y Entre Ríos, donde el año pasado se sembraron 126.000 hectáreas, que produjeron 714.000 toneladas de arroz. Como la mitad de ese volumen se exporta, la mejora del tipo de cambio impactó favorablemente en la rentabilidad del productor.
Maní. La Argentina produjo en la campaña 2001/02 unas 260.000 toneladas de maní, que se exportaron casi por completo a los EE.UU. Aunque los precios en pesos se triplicaron, la superficie sembrada —-que se concentra en el sur de Córdoba— podría caer de 220.000 a 160.000 hectáreas en la próxima temporada, debido a que es un cultivo muy costoso y a los productores les resulta más conveniente pasarse a la soja. Por esa razón, el sector pide un alivio impositivo.
Algodón. No podrán aprovechar el nuevo contexto. Los productores del Chaco vienen de la peor campaña de la historia: la superficie sembrada tocó un mínimo de 170 mil hectáreas y la producción fue de 217.000 toneladas, luego de haber llegado al récord de 1 millón de toneladas en 1998. Para el próximo año, las siembras podrían volver a decrecer por la falta de financiamiento.
Yerba mate y té. La yerba es un cultivo que se destina fundamentalmente al mercado interno, que absorbe 210 millones de kilos al año. Se exportan unos 40 millones de kilos, un volumen que podría mantenerse este año e incluso crecer levemente. De todos modos, los productores minifundistas están en crisis desde hace una década debido a la sobreoferta de materia prima. En té, la situación aparece algo mejor, porque se exporta el 90% de los 60 millones de kilos que producen Misiones y Corrientes.
Fuente: Diario Clarín