La Argentina logró una buena imagen entre los clientes del exterior. Los destinos son variados e incluyen a países de la región, India, Paquistán, Suiza y Belarús. El incremento de las ventas al exterior de productos farmacéuticos incluye tanto a pymes familiares como a grandes laboratorios multinacionales. El Laboratorio Pablo Cassará es un representante del primer grupo: hoy exporta el 35% de lo que produce. Su perfil empresarial conserva muy poco de aquel emprendimiento que el abuelo de la familia puso en marcha en 1948, cuando la elaboración de jarabes para la tos se intercalaba con la atención de una farmacia. "Vimos que para poder crecer en el exterior necesitábamos desarrollar tecnología y productos que nos diferenciaran del resto. Por eso, en los años 70, desarrollamos la primera línea de aerosoles medicinales -abarca desde antiinflamatorios hasta antiasmáticos- y en la década del 90 comenzamos a exportar, especialmente aerosoles contra el asma, a Uruguay, Paraguay, América Central y México", explicó Jorge Cassará, gerente de la empresa a cargo de comercio exterior.
Más tarde, en 1990, la firma comenzó a desarrollar la línea de biotecnología. Actualmente produce seis moléculas (interferon, eritropoyetina, interleuquina, filgrastim, molgramostim y una vacuna contra la hepatitis B, que exporta a América del Sur y algunos destinos asiáticos como Paquistán e India. "Estas moléculas tienen diferentes aplicaciones: para oncología, nefrología o infectología", dijo Cassará y agregó que el próximo desafío de la empresa es ingresar en Estados Unidos y en Europa.
El empresario opinó que la Argentina tiene un gran potencial en América latina porque cuenta con una buena imagen asociada a un gran desarrollo y a procesos sofisticados, que la diferencian de Brasil, por ejemplo.
"Hay muchos productos argentinos que allá no existen. Además, en los últimos años, los laboratorios nacionales hicieron un gran esfuerzo para certificar en buenas prácticas de fabricación y control (GMP, en sus siglas en inglés) recomendadas por la OMS", dijo Cassará.
Por el lado de las firmas extranjeras, también existen varios desarrollos exportadores. El laboratorio suizo Novartis exportó desde la Argentina por 3,6 millones de dólares medicamentos para el tratamiento de los trasplantes, antiinflamatorios y antiepilépticos, entre otros. Los mercados externos que abastece esta firma desde el país son Suiza, Bolivia y Paraguay. Por medio de su subsidiaria Sandoz -que se encarga de la venta de medicamentos genéricos (sin patente)-, el grupo Novartis añade ventas al exterior desde la Argentina por 6 millones de pesos (unos 2 millones de dólares más). Los productos elaborados por Sandoz en el país abastecen a mercados cercanos como Ecuador, Brasil y México, pero también a Belarús, en la ex Unión Soviética.
Por su parte, la empresa alemana Boehringer Ingelheim exportó en 2003 desde el país medicamentos por 17,3 millones de dólares. Los principales destinos de esta empresa son Brasil, Colombia y Uruguay.
Pero la Argentina no sólo se beneficia del ingreso de divisas por exportaciones que realizan estos laboratorios extranjeros. Estas empresas también realizan investigaciones que suponen transferencia de tecnología e ingresos de capitales para el desarrollo de futuros medicamentos.
Novartis prevé invertir este año en investigaciones unos 7,5 millones de dólares, sin contar las donaciones de equipamientos y las medicinas recibidas por los pacientes.
Las investigaciones que esta empresa realiza en el país tienen por objeto nuevos desarrollos medicinales para tratar dolencias digestivas, respiratorias, urológicas y oncológicas, entre otras. También incluyen tratamientos para el Mal de Alzheimer, la epilepsia, la hipertensión arterial, la diabetes, la talasemia y los trasplantes de órganos.
Esta situación se produce porque en el país existe un marco legal que está en sintonía con el de las principales agencias regulatorias internacionales y se aplican pautas armonizadas de buenas prácticas en investigación clínica, según explicó el director médico de Novartis, Bernardo Yamaguchi.
"Los investigadores son de buen nivel científico y tienen cada vez más experiencia en investigaciones clínicas internacionales", estimó.
Por su parte, el laboratorio alemán Merck está gestionando las autorizaciones necesarias en el país para que parte de su inversión global en investigación clínica se destine a la Argentina. "Existen profesionales muy capacitados para trabajar codo a codo con los principales centros de investigación internacionales", dijo la gerente de marketing de Merck, Mirtha Pieresko.
Por Sandra Califano
Fuente Diario La Nación