El plan es apoyar a sellos discográficos chicos, para que puedan producir y vender los discos compactos de los artistas de sus catálogos, especialmente al exterior, para aprovechar, en este negocio también, las ventajas que ofrece un país donde el dólar ronda los tres pesos. En ese marco, el Gobierno porteño lanzó una línea de subsidios de hasta 20.000 pesos por sello, que será asignada a quienes superen una suerte de filtro de calidad tanto empresaria como artístistica. Se premiarán alrededor de diez nuevas producciones, las que según el criterio de un "jurado de notables" evaluará "la calidad artística, su calidad de grabación y la capacidad de la empresa para elaborar una estrategia de instalación en el mercado de dicho producto"
Entre los argumentos que expuso el área de cultura de la administración porteña se menciona que para estos sellos "el mayor problema no está vinculado a la producción o a la calidad de la música que graban, sino a la difusión y a la posibilidad de instalar sus productos en el medio local, condición indispensable para la posterior proyección en el exterior".
En el programa de subsidios se establece que "serán especialmente considerados aquellos proyectos con mayor potencial de generación de valor agregado, creación de puestos de trabajo, sustitución de importaciones e incremento de las exportaciones".
Stella Puente, subsecretaria de Gestión e Industrias Culturales, contextualizó el lanzamiento de esta propuesta: "Decidimos no trabajar solamente con la divulgación musical y la programación artística sino meternos también en el entramado productivo del sector, y específicamente en lo que tiene que ver con los sellos discográficos".
Para la funcionaria, trabajar con políticas hacia las pymes (los sellos son pymes) es clave, porque tiene que ver con la reactivación del sector productivo.
Por cierto, no es una tarea sencilla. Según la funcionaria, la industria discográfica está muy concentrada. "El 80% del catálogo mundial está en manos de cinco compañías".
Fuente Diario Clarín