El jefe de la AFIP, Alberto Abad, dispondrá un estricto régimen de información cuyo incumplimiento implicará fuertes multas, con el fin de evitar la subfacturación de las exportaciones y la sobrefacturación de importaciones. Se buscan evitar maniobras de elusión en Ganancias, cuando las empresas inflan el precio de las compras o disminuyen sus beneficios vía la subfacturación de ventas. Los controles se cristalizarán por un decreto que reglamentará una modificación al Impuesto a las Ganancias que data del primer paquete antievasión que no fue instrumentada por las innumerables controversias con los privados que despertó el texto.
Es así que la AFIP pondrá en vigencia un estricto régimen de información para todas aquellas empresas que compren o vendan al exterior por más de $3 M, sumado el flujo en ambas direcciones, de los bienes cuyos precios "no sean de público y notorio conocimiento a través de mercados transparentes, Bolsas de comercio o similares".
La medida tendrá especial impacto sobre las importaciones de equipos de alta tecnología, drogas farmacéuticas, bienes de consumo como los que importan los supermercados en los rubros de bazar, alimentos o electrodomésticos.
Entre las exportaciones figuran los caños sin costura, golosinas, productos lácteos, vinos, miel, y otros productos regionales.
Además de engrosar los ingresos por Ganancias, podrían derivarse ajustes colaterales en los derechos de importación o de exportación.
La información que pedirá la AFIP incluirá la asignación de costos, márgenes de utilidad, "y demás datos que el organismo considere necesarios para la fiscalización de dichas operaciones", según reza la ley ya aprobada.
Daniel Rybnik, de EnterPricing, consultora especializada en precios de transferencia, advirtió de la incertidumbre que genera el accionar de la AFIP en el clima de negocios: "El régimen no tiene correlato en ningún país del mundo.
Implicaría una carga administrativa excesiva sobre todas las empresas, ya que el monto de las operaciones se fija en un valor considerablemente bajo".
Rybnik plantea preocupación "por el uso discrecional de la información que pueda hacer el fisco. Se debe respetar el régimen de secreto fiscal por el cual se debe especificar para qué requiere la información, y una vez usada el fisco debe destruirla". Por ejemplo, la información no podría usarse para un ajuste a terceros, caso en el que ese tipo de intervención sería cuestionable ante la Justicia.
Fernando García, del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, dijo que hay "desmesuradas sanciones, varios tipos de multas por no presentar, o cometer errores u omisiones. Sería un control excesivo", planteó.
Por Manuel Korn
Fuente Diario InfoBae