Evitaron la quiebra del ingenio convirtiéndolo en ecológico y así exportar su producción. Sobre la costa del río Uruguay, a 150 kilómetros de Posadas, en Misiones, funciona uno de los ingenios azucareros más importantes del país, en la cuenca de San Javier. Pero cuando en 1996 la crisis del sector provocó la quiebra del ingenio, varios centenares de familias productoras estuvieron a punto de perder la única fuente de ingresos que les daba la zafra anual del azúcar. Fue entonces cuando, en 1998, el Instituto de Fomento Agrícola e Industrial (ente autárquico provincial) promocionó la reconversión de la cuenca hacia la producción de azúcar orgánico, un producto cuya demanda internacional crecía a ritmos interesantes.
"Se buscó una diferenciación que permitiera preservar las fuentes de trabajo y, al mismo tiempo, pensar en al exportación", explicó Amalia Hermitte, coordinadora de producción y desarrollo del proyecto Apoyo a la Agricultura Biológica Orgánica de la cuenca de San Javier.
El programa para rescatar el ingenio (del que dependen unos 700 productores y nueve municipios) estuvo a cargo de dos organizaciones no gubernamentales, la argentina Fundación del Sur y la italiana Instituto de Cooperación Económica Internacional (ICEI), que se juntaron para capacitar a los productores y brindarles la tecnología necesaria para encarar la agricultura biológica de modo tal que pudieran incrementar sus ingresos con la comercialización de un producto diferenciado.
"Sucede que la cosecha del azúcar es anual, en junio, y los productores sólo tienen un ingreso por año, de alrededor de 1000 pesos por hectárea, que, según la escala del productor, generalmente es muy poco, porque la mayoría no tiene más de 20 hectáreas", dijo Hermitte.
El programa de reconversión durará tres años. Además del azúcar orgánico, que ya exportan, "los productores comenzarán con una huerta orgánica y luego pasarán a producir granos ecológicos [soja, trigo, maíz y girasol]", apuntó la coordinadora del proyecto, tras añadir que ya se están construyendo invernaderos con equipo de riego, para el invierno, y sombráculos para el verano, para largarse con los cultivos de hortalizas.
Donación
"El apoyo que brindan las ONG no es sólo capacitación y transferencia de tecnología. El gobierno italiano donó más de medio millón de euros", para el programa de reestructuración productiva. "En 2003 se elaboraron 4500 toneladas de azúcar, de las cuales se exportaron 3000 toneladas orgánicas certificadas, con una facturación de 2,7 millones de pesos (el kilo de azúcar se pagó $ 0,90). Los principales mercados a los que se exportó fueron Italia e Inglaterra", sostuvo la especialista. El azúcar es uno de los bienes más protegidos y subsidiados del comercio internacional. "La Unión Europea impone aranceles del ciento por ciento y Estados Unidos tiene un cupo que limita las ventas", señaló la técnica. Las características del azúcar orgánico no difieren de las de otros productos ecológicos. "En la chacra no se utilizan agroquímicos y se adoptan técnicas de producción como las rotaciones y asociaciones de cultivos, y siempre se tiene un gran cuidado por el suelo y el medio ambiente", indicó Hermitte.
Pero el proyecto tiene también otras ambiciones: el fortalecimiento del esquema asociativo ("tienen que aprender que si no colocan juntos sus productos va a ser más difícil", destacó la coordinadora) y la promoción del consumo de orgánicos en el país. "La Argentina exporta el 90% de la producción orgánica", acotó.
Para más adelante, los responsables del programa de la Cuenca Orgánica San Javier apuntan a seguir diversificando la oferta, incorporando la producción plena de granos y cerdos ecológicos.
Por Emiliano Galli
Fuente Diario La Nación