La base exportadora -el conjunto de empresas de distinto tamaño y tipo que exportan- se ha ampliado notablemente en los últimos diez años. Son de algún modo los que trabajan detrás del escenario del perfil exportador nacional. Desde los 5.692 exportadores que operaron en 1973, hace más de treinta años, cuando las ventas externas eran por escasos 3.400 millones de dólares (algo más -en valores ajustados- de 4.000 a los mediados de los noventa), se ha producido un cambio importante. Las últimas cifras disponibles ubican esa presencia en 12.902 comercializadores en el año 2002, con ventas al exterior por 25.709 millones de la misma moneda.
Si bien las exportaciones se multiplicaron varias veces desde entonces, el número de exportadores no lo hizo en la misma proporción, a pesar de acompañar ese despliegue duplicándose.
Nuevas modalidades comerciales asociativas, la aparición de “traders” que concentran ventas de unidades menores o aun acciones de compra de empresas multinacionales radicadas en el país que concentran compras locales (como algunas grandes superficies, cadenas de supermercados) para exportar a sus países de origen o naciones en que disponen de filiales, deben haber incidido en esta diferencia en el ritmo de crecimiento del número de exportadores -suavizándolo- y la multiplicación de las exportaciones de modo más amplio.
Sin embargo, la base exportadora argentina registra bajos valores promedios de ventas por exportador en relación con otros países seleccionados en diversos estudios (2), tal como se aprecia en el infograma “Base exportadora en países seleccionados, 1998”.
La presencia de empresas es entonces alta en el comercio exterior en comparación con lo que sucede en otras economías.
El inicio de la convertibilidad trajo aparejado el registro de mayor número de operadores de la mano del crecimiento de las ventas al exterior y la simultánea reducción de exigencias formales para registrarse y ser habilitado para el comercio externo.
Los economistas que se dedican a estudiar detenidamente las modalidades de inserción comercial de las naciones no sólo desmenuzan las cifras de exportaciones e importaciones (cantidades, precios, valor de cada magnitud, participación de cada sector, región o provincia de un espacio económico) sino que se ocupan en sus estudios de indagar “quiénes” están detrás de la movilización de mercaderías y productos hacia mercados extranjeros.
En el infograma “Base exportadora según valor promedio de exportaciones, 1998-2002” se discrimina a las firmas que registraron operaciones en esos años según el estrato en el que se ubicaron sus montos comercializados.
Sólo 168 empresas superaron los 20 millones de dólares, en tanto que alrededor del 50% del padrón estuvo por debajo de los 50.000 dólares anuales.
El grado de concentración de ventas es del 75% por parte de las 168 empresas citadas, según este reciente informe oficial del Ministerio de Economía que produjo el CEP -Centro de Estudios para la Producción.
Revisando los indicadores de concentración de años atrás, que no fueron presentados de igual modo, se verifican similitudes y valores equivalentes (desde el año 1973 hasta 1993, que suele dividirse en tres etapas: “período sustitutivo” de 1973-’75; “la transición” 1988-’90; y “hacia un nuevo modelo 1991-’93”).
Las cien primeras exportadoras han reunido en los tres períodos entre un mínimo del 64,6% en el primero de ellos y del 68,1% en el segundo.
Finalmente, para completar el enfoque de la base exportadora es necesario revisar la continuidad de las empresas, tomando nota de las entrantes y salientes en cada año.
La información oficial establece que el 40% de las firmas entrantes mostró discontinuidad, y sólo el 10% registró operaciones en el año siguiente.
Del total de empresas relevadas, los autores del informe concluyen que pueden agruparse: un 10% en continuas (en realidad sólo el 7% del total registrado alcanza los nueve años de operaciones, límite temporal indagado en el estudio), un 50% en discontinuas y un 40% en desistentes.
En lo relativo a las empresas de menores volúmenes de ventas en el exterior, éstas son parte central de las discontinuas en sus operaciones, y sus envíos se concentran en general en el Mercosur.
Las continuas y más asentadas, en cambio, y para todos los tipos de productos, cuentan con presencia sostenida en diversos mercados.
Por Heber N. Tappatá.
Economista
Fuente Diario Rio Negro
1) Bisang, Roberto y Kosacoff, Bernardo; “Tres etapas en la búsqueda de una especialización sustentable. Exportaciones industriales argentinas 1974-1993”, en “Hacia una nueva estrategia exportadora. La experiencia argentina, el marco regional y las reglas multilaterales”, Universidad Nacional de Quilmes, 1995, págs. 23-94.
2) Ministerio de Economía y de la Producción, CEP, “La base exportadora argentina 1994-2002” en “Síntesis de la Economía Real”, N° 44, Segunda Epoca, marzo del 2004. Autores: Carlos Bozalla, Eduardo Bianchi y Emanuel Mascareño.