En los próximos días la firma enviará su primer embarque de helados a los Estados Unidos, Brasil y Paraguay. Además busca “masificar” su imagen. En la Granja La Salamandra las aguas están movidas. Es que la compañía láctea tienen en carpeta un ambicioso plan de expansión de negocios. Para ejecutarlo, acaban de sumar una nueva planta de quesos en Catamarca, en donde producirán nuevas variedades con leche de cabra, aprovechando las ventajas de la región. Además, prevén ampliar su oferta de quesos con saborizados sobre la base de leche de búfala y vaca.
Estos lanzamientos, que serán selectos y gourmet, están previstos para julio próximo, según anticipó a Infobae una fuente confiable de la compañía.
Con esta adquisición, cuyo monto de compra no trascendió, la empresa suma una segunda planta a la que ya posee en la localidad de Luján, en donde elabora el dulce de leche, quesos y helados.
Respecto de los helados, que hasta el momento se comercializan en supermercados y mayoristas locales, la empresa se prepara para sacar su primer embarque hacia los EE.UU., Brasil y Paraguay, desde donde recibieron solicitudes que se concretarán en los próximos días.
La Salamandra se propone alcanzar los u$s360 mil anuales en exportaciones, por lo que deben mantener un ritmo de ventas externas de u$s30 mil mensuales.
Este objetivo no parece difícil, teniendo en cuenta que exporta mensualmente u$s25 mil.
Pero tras estos lanzamientos y planes expansivos de negocios hay otra movida interna que afecta a la marca, que logró posicionarse en los mercados como selecta y exclusiva.
Aparentemente, esta imagen no favorece los negocios en el mercado interno, en donde los lácteos fueron uno de los rubros más golpeados por la crisis de consumo posdevaluación.
Masificación
Una serie de cambios en los packaging y en la modalidad de envasado dejan traslucir la intención de la compañía de ampliar la gama de consumidores de los mismos.
El ejemplo más palpable está en las góndolas. Y es el dulce de leche envasado en frasco de plástico con 180 gramos, al precio del de 250 gramos de SanCor o La Serenísima.
“La Salamandra envasaba sus dulces en frascos de vidrio o cartón. La introducción del formato plástico busca masificar la marca para ampliar la gama de consumidores”, aclaró la fuente.
Cabe aclarar que 95% de los dulces de leche que se comercializan en el mercado interno son envasados en plástico.
Otro vocero de la compañía admitió que se está estudiando introducir los envases de lata, más económicos y populares que el vidrio.
Además, agregó que los quesos, que tradicionalmente se envasaban artesanalmente, uno por uno, ahora se cierran en forma industrial.
Todas estas variables apuntan a reforzar el volumen de ventas de la compañía.
Es que en el 2003, las venta de quesos La Salamandra resultó ser inferior al 2002 en casi todos los meses.
Durante el año último, la empresa se vio obligada a ajustar a la baja la producción de quesos, ya que al no ponerles conservantes en sus ingredientes, lo que no se vendía se perdía.
En cambio, destinó parte de esa leche disponible a la producción de leche en polvo, cuya vida útil más amplia le cedió margen para comercializar sin pérdidas.
La empresa, fundada en 1979 por Javier González Fraga, actualmente desvinculado de la compañía tras la capitalización de acciones que efectúo Cristina Miguens, cuenta con un tambo en la localidad bonaerense de Torres, cerca de Luján, donde procesa alrededor de 20.000 litros de leche diarios.
Además de quesos y mozzarellas sobre la base de leche de cabra, búfala y vaca, produce dulce de leche, alfajores, miel pura de abeja y helados.
Fuente Diario InfoBae