A partir de las pocas ventas externas que tenía este producto la Secretaría de Agricultura, la Fundación Exportar y empresarios del sector elaboraron una estrategia para salir a imponerlo. En pocos días lanzan una campaña con el objeto de aumentar las 3.500 toneladas anuales de dulce de leche que Argentina exporta en la actualidad. Es uno de los productos más tradicionales y emblemáticos de la cocina nacional. Si hasta fue declarado producto representante de la Cultura argentina. Por su sabor, los visitantes extranjeros, en particular americanos y árabes, sienten una irresistible atracción difícil de olvidar. Además, en el resto del mundo casi no se elabora. Sin embargo, Argentina apenas exporta unas 3.500 toneladas de su producción anual de dulce de leche, estimada en 110.000 toneladas. Algo curioso en estos tiempos de exportaciones masivas.
Conscientes de que esta es una gran oportunidad, los directivos de la Fundación Export Ar, en combinación con funcionarios de la Secretaría de Ganadería, Agricultura, Pesca y Alimentos, se reunieron con empresarios del sector y decidieron organizar una estrategia coherente y ordenada para difundir las virtudes del producto y así ganar paladares fronteras afuera.
Sin Constancia
Hasta el momento, el esfuerzo por salir a vender dulce de leche al exterior había sido individual y por parte de algunas pocas empresas pero sin constancia en la conquista de los mercados.
No por nada el promedio de los despachos de dulce de leche en los últimos 6 años fue del 3% de la producción total, y los ingresos de divisas no superan los US$ 5 millones de valor FOB.
El presidente de la Unión General de Tamberos, Guillermo Draletti, confirma la situación de inmovilidad de la golosina: "Las exportaciones se mantienen constantes desde hace varios años. Además, no es un producto que haya pegado un gran salto tras la devaluación del peso".
Y esta situación se mantiene casi imperturbable a pesar de que productos de empresas argentinas obtuvieron premios en importantes ferias internacionales de alimentos, como la Fancy Food, de Nueva York. En 2000 La Salamandra ganó el Premio de Oro y en la edición 2002 se lo llevó La Paila. Por si fuera poco, la heladería internacional Häagen Dasz lanzó, en Estados Unidos, el gusto dulce de leche. Así y todo no pasó nada.
La conclusión de las múltiples reuniones que realizaron funcionarios y empresarios es que para revertir esta situación Argentina debe imitar el ejemplo de Italia cuando impuso en los mercados más importantes el aceto balsámico, que no es otra cosa que un vinagre más refinado y añejado.
Análisis
El licenciado Emiliano Cisneros es quien lleva la voz cantante en el equipo de trabajo. "Empezamos el año pasado uniendo voluntades y haciendo un relevamiento profundo de las razones del estancamiento del dulce de leche. Así pudimos entender algunas cosas que ahora vamos a poner en práctica cuando lancemos el programa de promoción", explicó.
En abril se hará la presentación oficial y a partir de ahí se realizarán acciones sistemáticas de promoción. Los objetivos son muy claros: identificar los mercados de destino en función del potencial, hábitos de consumo y la dimensión. Hasta ahora fueron señalados Francia, Italia, Inglaterra y España, en Europa, Estados Unidos, México, Brasil y Chile, en América, y Siria en Oriente.
Fuente Diario La Razón