En tiempos en que todos hablan del "oro verde", animados por la explosión de la soja, otro producto originado en los campos argentinos se posiciona como una gran fuente de divisas para el país. Se trata de la miel, el "oro dulce".
Los buenos precios y el hecho de que el 95% de la producción apícola del país tenga como destino la exportación han ayudado para ubicar a la Argentina como el principal vendedor de miel del mundo. Según datos oficiales, las ventas de miel al exterior alcanzaron el último año a 70.314 toneladas, por un valor de US$ 159,5 millones. Aunque en volumen hubo una reducción del 12,3%, los ingresos aumentaron un 40%.
El mayor importador fue Alemania, con 30.845 toneladas por un valor de US$ 68,4 millones, seguido por Inglaterra, Italia, Australia y Canadá. Además, se podrían recuperar exportaciones por US$ 20 millones si Estados Unidos ratifica su decisión de disminuir los derechos antidumping, que oscilan entre el 27 y el 55%.
En la base de la pirámide de esta actividad están los productores, concentrados principalmente en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa."Existen alrededor de 25.000 productores y 2.500.000 colmenas en todo el país", afirmaron en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya).
Roberto Zurdo, productor de Carlos Tejedor, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, contó: "Ahora vale la pena dedicarse a la apicultura, porque los precios son buenos", aunque aclara que tiene épocas cambiantes, por lo que se requiere mucha constancia y organización para afianzarse. "Hubo años en que cualquiera se ponía como apicultor, pero al surgir los problemas de rindes o sanidad, enseguida se acobardaban", recordó Zurdo.
Según Miguel Galeano, productor y acopiador de la ciudad de Zárate, la inversión para iniciarse no es exorbitante. "Cien colmenas, que es una buena cantidad para empezar, cuestan $ 25.000, y si hay una buena cosecha, esa suma se recupera en el mismo año." Galeano estima que con eso se pueden obtener 4000 kilos de miel, equivalentes a 12 tambores de 330 kilos que se venden a $ 1650 cada uno. Aunque no parecen ser esos los únicos desembolsos por afrontar. Marcelo De la Iglesia, otro productor de Carlos Tejedor, afirma: "Además, se debe contar con un vehículo y una sala de extracción con todas las instalaciones en regla".
Preocupaciones
Más allá del buen precio de la miel, que hoy se paga a los productores $ 5,20 por kilo, no todas son buenas noticias.
El descubrimiento, en septiembre pasado, de nitrofurano (una sustancia perjudicial para el organismo humano) en una partida de miel argentina vendida a Inglaterra determinó que el Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) impusiera análisis obligatorios en toda la producción mielera. Sin estos análisis en regla, no se puede exportar y los productores se desesperan porque sus ventas se demoran.
"Justo ahora que da ganancias y muchos empezamos a levantarnos, después de años de perder plata, aparecen estos problemas", se quejó De la Iglesia. "Lo que se busca es bajar el precio interno de la miel", añadió.
Tampoco está claro si los productos sanitarios autorizados por el Senasa son totalmente inocuos, y eso aumenta el desconcierto. "Yo uso remedios que supuestamente no contienen nitrofurano, pero algunos análisis salieron bien y otros, mal; entonces, no sé qué hacer", agregó el apicultor. En este punto coincide Zurdo, que reclama que el Estado ponga reglas de juego claras.
Otra amenaza es la sequía, que al impedir el buen crecimiento de las flores para alimentar las abejas, ya ha ocasionado grandes pérdidas. De todos modos, en el sector confían en que el país conserve el primer lugar como exportador mundial. "Aunque la escasez de agua golpeó fuerte, yo tengo esperanzas, porque la miel argentina es excelente y aún faltan días de cosecha", se ilusionó Galeano, para quien también es determinante la situación de los competidores del país. "En 2003 ayudó el hecho de que China tuvo problemas sanitarios y México sufrió una gran sequía", explicó.
Por Carlos Manzoni
Fuente Diario La Nación