Según coincidieron algunos de los principales empresarios conserveros de Mendoza, hay grandes expectativas de crecimiento para este año. En el caso del durazno, segmento en el que se prevé producir unas 80 millones de latas este año, las miradas apuntan al exterior porque el mercado interno si bien se está recuperando, todavía muestra signos de recesión. Los precios del durazno en conserva se presentan este año entre un 20% y 25% por encima de los de la temporada anterior (la lata de durazno -de un kilo- se exporta (FOB) a unos 62 centavos de dólar, contra 50 de la campaña pasada).
No obstante, empresarios conserveros consultados sostuvieron que “si bien los precios son buenos, y están sostenidos, se encuentran alrededor de un 15% por debajo de lo que nosotros veríamos como óptimo”.
Al respecto, desde Molto (Grupo Cartellone) Jorge Blaustein advierte que “el gran ganador de esta temporada es el productor”, teniendo en cuenta que el durazno para industria se paga con un piso de 80 centavos de peso por kilo. Los industriales, por su parte, lograrán una rentabilidad promedio en torno al 15%.
En este sentido, hay que destacar que los grandes beneficiados con este escenario serán las empresas elaboradoras que cuenten con producción propia, como es el caso de Molto y La Campagnola, ya que absorberán tanto los beneficios de la etapa primaria, como de la secundaria.
No obstante, desde Molto, fábrica ubicada en Lavalle que cuenta con 600 hectáreas implantadas con duraznos y que exporta el 80% de la producción de frutas, aseguran que la demanda de durazno industrializado es real, “por lo que se espera una muy buena temporada”.
El buen desempeño que tiene hasta el momento el durazno en conserva mendocino a nivel mundial, tiene mucho que ver con la gran helada que sufrió Grecia, el principal productor mundial, el 30 de marzo de 2003. Sin embargo, todos los ojos locales están puestos en qué sucederá a partir de mediados de años cuando -en contraestación a la nuestra- ese país defina su producción. “Este año los precios de las conservas van a estar por encima de los de 2003. No obstante, a partir del segundo semestre, si Grecia alcanza una producción normal podría haber variación en los valores. En definitiva, por el momento estamos trabajando para el primer semestre”, reconoció Roberto Lamm, de la firma Alco, empresa ubicada en el Valle de Uco que acaba de duplicar la capacidad de elaboración de sus plantas a través de una inversión de 4 millones de dólares.
José Zuccardi, por su parte, que elabora dos millones de latas de durazno al año, tiene grandes expectativas para los próximos meses. “Todo lo que pueda producirse esta temporada en Mendoza, va a ser colocado”, advirtió el empresario cuya principal actividad es la vitivinicultura (Bodega Familia Zuccardi).
Compras griegas
Al respecto, es válido resaltar que durante el año 2003, de acuerdo con la proyección de exportaciones que realizó ProMendoza, las ventas locales al mundo de durazno en conserva fueron de 22 millones de dólares, lo que representa un crecimiento de 228% en relación al año anterior.
En este panorama mucho tiene que ver Grecia, que ya lleva dos temporadas prácticamente perdidas. Este país -que produce unas 360 millones de latas anuales y abarca casi el 60% del mercado mundial de durazno industrializado- el año pasado compró producción en Mendoza y desde acá abasteció a otros mercados.
Incluso, la principal empresa productora griega constituyó una sociedad con una de las firmas líderes de la provincia para elaborar durazno en conjunto, aunque desde la compañía local prefirieron mantener los pormenores del acuerdo en absoluta reserva.
Así, todo hace prever que este será un buen año para el durazno industrializado. Incluso, se espera un aumento en la producción para esta temporada (que termina en marzo). Según el pronóstico de cosecha elaborado por el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), esta campaña arrojaría una producción de 109.582 toneladas, con lo que de concretarse la proyección el resultado sería 5,5% mayor al de la temporada 2002/2003.
Es para destacar que en el durazno para industria se incrementó la superficie cultivada en un 13,2% esta temporada, en relación con la anterior. Además, el durazno (para industria y consumo en fresco) y la ciruela fueron las únicas frutas que no sufrieron pérdidas de rendimiento como consecuencia de las contingencias climáticas.
Por el contrario, las peras tienen un pronóstico de 72.571 toneladas, un 22,7% inferior a lo cosechado en la temporada anterior, mientras que las manzanas cuentan con una proyección de 109.253 toneladas, un 24,3% por debajo del último dato.
Fuente Diario Los Andes