Los países centroamericanos se ponen de acuerdo para negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE), una de las economías más importantes del mundo y ejemplo de integración para la región.
Los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, volverán a unirse, tal y como hicieron cuando negociaron un tratado comercial con los Estados Unidos, con el fin de lograr ventajas comerciales con la UE.
En el Marco de la IV Cumbre América Latina – Unión Europea, realizado en mayo del pasado año, las autoridades de ambas regiones anunciaron el inicio de las negociaciones de un Acuerdo de Asociación que incluye una Zona de Libre Comercio.
La Unión Europea es el donante más importante de Centroamérica y, a su vez, es el segundo mercado en importancia para el Istmo en cuanto a exportaciones e importaciones, después de los Estados Unidos. El mercado europeo representa el 14 por ciento del comercio exterior de los países centroamericanos. No ocurre lo mismo a la inversa, pues el mercado de Centroamérica supone sólo un 0,4 por ciento de los intercambios comerciales de la UE.
La primera idea de los europeos fue negociar un posible TLC equiparado con el que actualmente la UE tiene con México. Sin embargo, esto podría no ser conveniente para Centroamérica ya que el tratado con México no tiene una participación importante de la agricultura, y Centroamérica sí desea tenerla. El primer opositor a este planteamiento fue Costa Rica, el país que exporta mayor cantidad de productos agrícolas a Europa (los flujos de comercio de este país con la UE alcanzaron en el 2005 1.100 millones de dólares en exportaciones y 1.200 millones en importaciones).
Los países centroamericanos han planteado sus inquietudes a los representantes europeos y acordaron buscar la forma que les permitiera comenzar las negociaciones lo antes posible. La fase exploratoria, ya iniciada, implica un estudio de las opciones de mercado, el análisis de las ventajas y desventajas del posible acuerdo, la determinación de las áreas críticas y la evaluación de reglamentaciones, para pasar después a redactar las propuestas que se discutirían en la mesa de negociaciones.
Es importante el logro de avances en la fase exploratoria debido a que la Unión Europea quiere tener una negociación a través de un único interlocutor, con el fin de llegar a un acuerdo idéntico en todos sus alcances para cada uno de los países centroamericanos. La tesis europea es que la región puede negociar unida y llegar a acuerdos comunes. Sin embargo, los centroamericanos creen que la representación individual de los cinco países es necesaria, y ya han surgido ciertas discrepancias con respecto a la elección del coordinador único.
El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, aseguró que se revisará la decisión tomada por los mandatarios centroamericanos con respecto a la elección del canciller nicaragüense Norman Caldera, como coordinador de las negociaciones para el acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE).
La Unión Europea es más que un socio comercial estratégico, también representa una experiencia exitosa de integración que tiene mucho aprendido sobre ese tema y muestra interés en fomentarlo en otras regiones del mundo. Por lo tanto, la posibilidad de utilizar este conocimiento y el acuerdo comercial para construir algo que ayude al proceso de integración centroamericana es una ventaja para el Istmo, además es un gran aliado para futuros tratados. El acuerdo de asociación, que incluye comercio, diálogo político y cooperación, se puede comenzar a negociar el próximo año. Ciberamérica
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