Con la finalidad de promover y diversificar la exportación de productos silvoagropecuarios al mundo, la Subsecretaria de Agricultura, Cecilia Leiva y la Directora de ProChile, Alicia Frohmann, anunciaron la apertura de un Concurso Nacional de Promoción de Exportaciones (FPESA) que dispone de 4.500 millones de pesos para ejecutarse el próximo año.
Las autoridades explicaron que este concurso nacional tiene dos pilares : uno por un monto de $4.000 millones de pesos , destinados a las empresas silvoagroexportadoras; y otro de $500 millones dirigido exclusivamente a la promoción comercial del sector de la Agricultura Familiar Campesina.
La Subsecretaria Leiva precisó que, como parte de la política de Estado para la agricultura chilena, el Ministerio definió como uno de sus ejes programáticos consolidar a Chile como una Potencia Agroalimentaria. “Esto nos obliga -explicó- a fortalecer al sector exportador, pero también a fomentar un desarrollo inclusivo donde nadie quede fuera, partiendo por las pymes y particularmente considerando a los pequeños agricultores de la tradicional Agricultura Familiar Campesina”.
Según Cecilia Leiva, aunque en este concurso es probable que se mantenga la tendencia a un mayor apoyo a los rubros considerados estrella, se ha resuelto incentivar especialmente la participación de nuevos rubros exportables, de nuevos mercados, de nuevas regiones y de nuevas empresas exportadoras. “La idea es buscar el plus o valor agregado que nos permita adecuar nuestra oferta en el extranjero, tomando en cuenta la evolución de los hábitos y preferencias de los consumidores en el contexto de la globalización”, afirmó.
Por su parte, Alicia Frohmann destacó que es el momento implementar los acuerdos comerciales que están en vigencia y aprovechar las oportunidades generadas por ellos. Es así como se abren posibilidades de explorar nuevos mercados y de introducir nuevos productos, sobre todo aquellos con valor agregado.
La Directora de ProChile indicó que a partir de este año, se asignarán los recursos por segmentos de clientes, donde se han definido 4 grupos: Avanzado, Desarrollado, Innovador y de Agricultura Campesina, este último con su concurso particular.
En el caso de la agricultura campesina, la Subsecretaria Leiva destacó que el concurso está dirigido a productores campesinos que aportan volúmenes crecientes de productos en cantidad y calidad, vale decir, que cuentan con una oferta exportable acorde a los requerimientos comerciales y con capacidad de respuesta ante la demanda de los nuevos destinos.
Ambas autoridades destacaron que para este año se dará apoyo a proyectos asociativos que tengan estrecha vinculación con la campaña de imagen-país público-privada y a proyectos dirigidos a sectores incipiente o innovadores, tales como productos gourmet, berries, carnes exóticas, frutos secos y productos orgánicos, entre otros.
Frohmann añadió que dentro de las actividades que se pueden financiar están las misiones de prospección o penetración; visitas y participación en ferias; publicidad y promoción; degustaciones o showrooms; realización y/o participación en seminarios, congresos y otros; e inteligencia de mercados, entre otras.
Si bien son muchos los factores que inciden en el crecimiento exportador, no cabe duda de que uno de estos es el apoyo que ha brindado el Fondo de Promoción. En el año 1996 Chile exportaba US$ 4.100 millones y en el año 2005 esta cifra llegó a superar los US$ 8.000 millones. Mientras en 1996 los países de destino eran 146 en el año 2005 eran 160. Los productos en tanto, también se han incrementado ostensiblemente de 530 a 622, para el mismo período.
Si se toman las principales frutas exportadas se encuentra que el país alcanza el 72% del mercado exportador del hemisferio sur en uvas, el 23% en peras, 33% en manzana, 53% en paltas y el 31% en kiwi. Estas proporciones dan una clara idea de la importancia del país como abastecedor de frutas de clima templado. Los mercados más significativos de estas frutas son Estados Unidos y la Unión Europea.
El origen del Fondo de Promoción de Exportaciones se remonta a octubre del año 1996 cuando empezó a regir el Acuerdo con MERCOSUR que provocó una cierta inquietud en el sector agropecuario por la competencia que pudiesen significar los demás países firmantes. En este marco, el Gobierno implementó un conjunto de medidas, que sin transgredir los compromisos con la OMC, colaboraran a fortalecer la situación de la agricultura nacional.
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