En Guatemala la piñata es tan protagonista como el cumpleañero a la hora de una fiesta. Siempre está lista en un rincón, esperando el turno para que los niños la apaleen, la rompan y caigan los puñados de dulces y sorpresas.
Esta tradición, la cual se mantiene viva a nivel local, es añorada por los inmigrantes guatemaltecos residentes en Estados Unidos. Pero esto, por lo menos en Rhode Island, ya no debe ser recordado con nostalgia, porque pueden comprar una para sus festejos infantiles.
Allá, en medio del frío o de los vientos de noviembre, los niños están preparados para quebrarle el lomo a Bill, el león; a Many, el ratón; o bien romperle la nariz a Sony, el payaso, todos creados por Juan Pablo García, quien este año ideó exportar piñatas.
La idea del joven empresario de 27 años surgió luego de la inquietud propuesta por unos vecinos. “Me contaron que en Jordania y en algunos lugares de Europa también celebran los cumpleaños con piñatas, y fue entonces cuando pensé en exportarlas”.
A partir de ese momento llegó a Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) a recibir varios cursos de capacitación en el tema.
Además, el emprendedor llegó a la actividad “Encuentro con el Migrante”, organizado por el Ministerio de Economía. Allí contactó una reunión con Estuardo y Sussy De León, residentes de Rhode Island, y ellos lo animaron a hacer realidad su idea de enviar las piñatas al extranjero.
Entusiasmado, García llegó al parque Colón de la zona 1 capitalina y habló con los piñateros del lugar. De esa manera inició el dilema de crear piñatas con personajes inéditos. “Fue difícil, porque ellos hacen personajes de Disney y de las películas animadas, y así se tendría que pagar mucho dinero por los derechos. La idea era hacer muñecos nuevos, pero que les gustaran a los niños”, cuenta.
Fue así como surgieron una vaca, una abeja, un caballo y otros animales que forman una lista de más de cien. Los artesanos de la zona 1 no tenían experiencia, pero a base de prueba y ensayo, como ellos mismos dicen, se logró hacer el trabajo.
García es un empresario enfocado en complacer los antojos de sus compatriotas y subir su negocio a otro nivel. Por ahora, en Rhode Island cada piñata es vendida en US$49 y planea a corto plazo exportar su segundo contenedor. En el primero, el envío fue de 950 unidades. El volumen de las piñatas no fue problema. Los piñateros han creado un sistema que las dobla y las extiende para la comodidad del empaque y para rebajar costos. “También tengo pendiente sacar mi visa, porque envío el producto y no he podido viajar para ver las ventas”, agrega García.
Las ruedas de negocio propuestas por el Ministerio de Economía han contribuido al desarrollo de micro, medianos y grandes empresarios. “La comunidad hispana en Estados Unidos es un verdadero potencial que debe ser aprovechado por nuestros comerciantes”, dice Luis Óscar Estrada, ministro de esa cartera. El Periodico de Guatemala
Deja un comentario
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.