Más internacionalización

El crecimiento experimentado por las exportaciones guipuzcoanas comienza a presentar apreciables síntomas de ralentización, alejándose así del buen comportamiento descrito en el transcurso del 2005. Durante el primer semestre de este año las exportaciones guipuzcoanas han crecido un 6,9% con respecto al mismo periodo de 2005, semestre en el que las ventas exteriores de las empresas guipuzcoanas aumentaron un 12% con respecto al año precedente.
Con todo, el dato que debería inducir a una mayor preocupación tiene como protagonista al cliente fundamental del sector exportador guipuzcoano: la Europa de los Quince, destino en el que el conjunto de las exportaciones guipuzcoanas apenas ha crecido un 3%.
Como advertía ayer el director general de la Cámara de Gipuzkoa, Agustín Eizagirre, estos datos dibujan «un situación de claroscuros», donde se conjugan aspectos que son positivos, pero también otras realidades que reclaman una apreciable mejora y además de manera inaplazable. Es verdad que el sector exportador guipuzcoano está siendo capaz de diversificar su presencia en nuevos mercados distintos a los tradicionales europeos, lo que representa una tendencia positiva que sería indispensable que se perpetuara. Sin embargo, el balance de las exportaciones guipuzcoanas durante el primer semestre de este año revela una preocupante inclinación hacia la pérdida de progresiva presencia en mercados tractores de países como Alemania, Francia, Italia, Reino Unido o Portugal, que siempre se han caracterizado por ser clientes tradicionales y los destinos más habituales para las exportaciones guipuzcoanas.

Los datos disponibles invitan a suponer que esta preocupante evolución no es consecuencia de una coyuntura puntual, sino que parece responder cada vez más a un contexto estructural en el que el descenso apreciable en la productividad respecto al comparativo de países considerados líderes amenaza con convertirse en un considerable lastre para intentar recuperar posiciones más favorables en los mercados exteriores. Y en este ámbito de la productividad, aunque las cifras comparativas respecto al conjunto del Estado pueden resultar algo más gratificantes, parece razonable admitir que son los países más pujantes los que deberían servir como marco de referencia comparativo más adecuado.

Por último, tampoco el persistente aumento del precio de las materias primas en los casos del petróleo, cobre o zinc, permite aventurar una situación futura más favorable, razón por la cual resulta indispensable que el tejido productivo guipuzcoano y el conjunto de instituciones políticas y económicas competentes activen de forma conjunta y coordinada todos los esfuerzos orientados a impulsar, con un mayor protagonismo y presencia, la internacionalización de las empresas guipuzcoanas en los distintos mercados exteriores. Diario Vasco