Elena Martínez escribe: “Somos una empresa que se dedica a la potabilización y depuración de agua. Nos gustaría implantarnos en Asia y en África. ¿Cómo empezamos?”.
Martínez recibe varias respuestas. Guillem Còndol, por su experiencia, le aconseja a la empresa que acote sus ambiciones, ya que las diferencias entre países son “brutales” dentro de África y de Asia. Jaume Torrents conoce el sector del agua y no tiene duda: “China es un buen mercado”. La Asociación AMEC, que promueve la exportación y la internacionalización de empresas españolas de varios sectores, se propone como paraguas para el aterrizaje en China y le deja los teléfonos de la delegación de AMEC en Shanghai para empezar ya mismo.
Este resumido intercambio de mensajes electrónicos, real, figura en uno de los foros y chats que forman parte de la llamada Anella, una iniciativa que acaba de poner en marcha el Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (Copca) y por la que se ha interesado el Banco Mundial en tanto que proyecto innovador que contribuye a fomentar la competitividad. En este caso, la de las empresas catalanas.
Por ahora, son 10.600 los usuarios de la Anella, un espacio virtual de acceso gratuito previo registro que sirve de punto de encuentro entre representantes de compañías -agentes, se les llama- con planes para exportar sus productos y servicios o para implantarse en el exterior. Salir fuera no es un proceso fácil y ayudarse es esencial, ni que sea para evitar que los errores de uno los repita el otro.
“Deberíamos llegar a las más de 20.000 empresas catalanas con actividad en el exterior“, se ha propuesto Montserrat Palet, subdirectora general del Copca. Pero añade: “Lo importante no es ser muchísimos más en número, sino crecer en intensidad; que esto no se quede en un sitio de Internet unidireccional donde uno sólo va a buscar información o donde uno puede acceder a las subvenciones de la Generalitat a la internacionalización de empresas (22,5 millones de euros, en 2007) mediante un proceso digitalizado, que también”.
Se trata de dar un paso más. Que los usuarios aporten ideas, intercambien información y experiencias en chats, blogs y foros varios, acaben conociéndose e incluso hagan negocio juntos.
Palet arruga la nariz si se habla de la Anella como de un simple portal de Internet, pero reconoce que será difícil pasar del simple portal al funcionamiento dinámico e interactivo de una comunidad empresarial en red en que el Copca se limite casi a hacer de celestina.
Transcurrido un mes desde el lanzamiento de la iniciativa, hoy el grueso de la actividad de la Anella continúa siendo aportación unidireccional del Copca, que ha tenido que digitalizar cantidades ingentes de información, guías, procesos de subvenciones y resúmenes de informes del Observatorio de Mercados Exteriores en simples píldoras que den a los empresarios pinceladas comparadas de distintos mercados y sectores.
Para fomentar el intercambio -profundizar en un mensaje para 10.000 es absurdo-, la Anella se ha estructurado en distintas comunidades de interés por sectores, como la automoción o el textil, mercados como América Latina, China o India, y otros proyectos para jóvenes emprendedores y para empresas que quieran presentarse a concursos para obtener contratos públicos de dimensión internacional.
El Departamento de Innovación, Universidades y Empresa de Josep Huguet se ha gastado 900.000 euros en la plataforma tecnológica para hacer realidad la Anella, desarrollada por la empresa iSOCO. Diario El País.
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