Una decena de empresas de las provincias españolas de Cáceres y Badajoz (Extremadura) comenzó hoy una misión comercial en Brasil con el objetivo de abrir mercado y afianzarse en el prometedor gigante suramericano.
Durante una semana, compañías pertenecientes a diversos sectores, desde frutícolas a prestadoras de servicios, visitarán en Sao Paulo y Río de Janeiro a importadores, distribuidores y
clientes para establecer lazos comerciales y, en el caso de las firmas ya asentadas, aumentar su cuota de mercado.
“Nuestras empresas ya trabajan con Europa, pero allí existe un exceso de oferta”, declaró Víctor Manuel Grajera, responsable de comercio exterior de la Cámara de Comercio de Cáceres, que optó por diversificar la oferta y abrir mercado en países “en crecimiento” como Brasil.
Además del intento de estas empresas extremeñas por hacerse un hueco en el país, algunas de ellas ya conocen el terreno, por lo que el objetivo de su visita será “fidelizar a sus clientes y aumentar su cuota de mercado“, como es el caso de Bodegas Viña Extremeña.
“Exportamos a 55 países y, desde hace cinco años, también a Brasil, por lo que hemos venido para reunirnos con nuestro importador y clientes, así como para ver ‘in situ’ cómo está posicionado nuestro producto en el mercado“, explicó Manuela Bayón, directora de exportación de Viña Extremeña, que se enfrenta a la competencia de los caldos chilenos y argentinos.
A pesar de ello, Grajera consideró que para las bodegas de su región Brasil “es un buen mercado”, mientras que el europeo “es un mercado maduro, saturado y donde hay un exceso de oferta”.
“Sólo la población del estado de Sao Paulo (40 millones) se aproxima a la de España, y hay un segmento que puede ser consumidor de vino”, añadió.
Grajera estimó que, frente a los precios competitivos de Argentina o Chile, cuyos costes de transporte son menores, las bodegas extremeñas “van a jugar con la marca España, cuya imagen está relacionada con la calidad”.
En la misión también participan compañías que prestan servicios de consultoría y formación profesional, como Aldana y Adeón, o empresas agroalimentarias como Frumaex, la central hortofrutícola más importante de Extremadura, y Agrotécnica Extremeña, dedicada a la elaboración de deshidratados y liofilizados vegetales.
“Ya existen empresas extremeñas de fruta fresca que producen aquí y cuya implantación en el país es bastante grande”, apuntó Grajera, que valoró las inversiones en tierras que están llevando a cabo “para evitar la estacionalidad y tener productos durante todo el año”. EFECOM
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