Durante varios años sólo los fabricaban para enviarlos al exterior, hasta que los cambios comenzaron a partir de un stand que habilitaron en la Expo de Mariano Roque Alonso: “Dio tan buen resultado que se nos ocurrió abrir un local, porque hasta ese momento sólo fabricábamos y exportábamos para la Argentina, Australia y Nueva Zelanda.
Al público le gustó mucho el tipo de mueble, que son como rústicos pero tirando a fino, con muy buen acabado y mucha madera, y sobre todo fuertes y seguros”.Nos cuenta que desde ese entonces les ha ido muy bien con las ventas al público, pero también con las exportaciones. “Estamos enviando a España y Francia, en estos momentos“. Para el primer país envían muchos juegos de comedores y de living y hacia Francia, además de juegos completos, muchas tapas para mesas y tablas sueltas para bibliotecas empotradas en la pared.¿Por qué muebles macizos y no un estilo menos costoso y mayor practicidad? “Nosotros siempre trabajamos muebles macizos, yo soy uruguaya y mi esposo es argentino y teníamos una fábrica en la Argentina, en la ciudad de Esperanza en Santa Fe y otra aquí. Él está trabajando en muebles desde hace más o menos 15 años. Pero cuando vino todo el problema económico en la Argentina, él decidió cerrar allá y agrandar el de acá, entonces nos vinimos y continuamos haciendo este tipo de muebles resistentes”.
UNA MADERA DIFÍCIL PERO NOBLE
Resalta que fue un gran logro haber conseguido que una madera desechada como el timbó se convierta en algo útil. “Hemos logrado conquistar esta madera, hicimos grandes estudios en el INTI argentino, un instituto que te enseña todo sobre el tratamiento de las maderas, porque esta madera tiene mucha agua. Nadie puede creer que nosotros logremos esto con el timbó; pero la madera es increíble, es muy noble. Su secreto es el secado porque tiene muchísima agua, tiene muchísimo trabajo de secado, nosotros tenemos secadores propios y cuando no damos abasto ponemos algunos más, que alquilamos. Esto ocurre cuando hay zafra y hay muchos pedidos, por ejemplo; aparte cuando lo queremos trabajar si no está bien seca, levanta el polvo”, dice.
El porqué no trabajan con otra madera más fácil, Marianela explica: “Porque mi esposo era algarrobero, y vinieron buscando el algarrobo al Paraguay, pero lastimosamente hay muy poco en el Chaco, entonces buscaron algo parecido y encontraron esta madera que si bien no es tan rojiza, tiene una veta divina. Después con él empezamos a estudiar cómo hacer para que sea útil, porque el algarrobo se trabaja húmedo… y al timbó hay que secarlo”.
Además de haberse “instruido” en todo lo que concierne al trabajo de la madera, Marianela se metió de lleno en el diseño de los muebles. “Todo se hace aquí, tenemos un grupo de gente toda paraguaya, excelente grupo que tiene la camiseta puesta con nosotros”.
En cuanto a qué muebles tienen más salida, nos cuenta que ellos venden muchos juegos de comedores y living. “No tenemos tanta venta de juegos de dormitorios, será porque aquellas casas que venden colchones ya los ofertan con las mesitas y las cabeceras, supongo. Nosotros ofrecemos lo nuestro pero también hay gente que hace pedidos de determinados estilos y se los hacemos”. La Nación
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