Argentina y México firmarán el próximo jueves la ampliación del acuerdo comercial bilateral vigente, que establece la desgravación arancelaria de 1.500 nuevos productos, con lo que quedará liberalizado alrededor del 60 por ciento del intercambio entre los dos países.
La ampliación del Acuerdo de Complementación Económica entre Argentina y México (ACE 6), permitirá la desgravación tarifaria para el comercio de casi 1.500 nuevas líneas arancelarias,
que se sumarán a las 3.000 ya vigentes en el Tratado y, según fuentes mexicanas, implicará que el 60 por ciento del comercio bilateral quedará liberalizado, una vez que se cumplan los plazos establecidos en las diferentes canastas. Según el subsecretario de Integración Americana y Mercosur de la Cancillería Argentina, Eduardo Sigal, quien el jueves 8 de junio viajará a México para firmar el acuerdo, la ampliación posibilitará que “el comercio de ida y vuelta entre los dos paíes se incremente en principio entre 300 y 400 millones de dólares desde los 1.800 millones que hoy suma el intercambio”. En la actualidad, la balanza comercial bilateral es favorable a Argentina por entre 300 y 400 millones de dólares.
La modificación del resultado de la balanza a partir de la ampliación “es difícil de evualuar”, sostuvo Sigal ya que con el nuevo acuerdo “va a haber liberalización en rubros en los que hoy no hay comercio”.
Al respecto, puso como ejemplo los neumáticos, que pese a que los dos países tienen en vigencia un acuerdo de libre comercio automotor, este sector de la industria autopartista argentina, incluida en la ampliación del ACE 6, no tenía preferencias arancelarias para entrar en México, y por lo tanto quedaba fuera de competencia en ese mercado.
La ampliación será principalmente motor del intercambio industrial, ya que las canastas incluyen líneas arancelarias de los rubros de químicos, cosméticos, plásticos y caucho, y “muy pocos agroalimentos”, indicó Sigal. La expectativa argentina sobre una postura más flexible de México a abrir su mercado de agroalimentos desde que comenzaron las negociaciones, hace casi dos años, era prácticamente nula por la posición política de la administración de Vicente Fox de proteger la industria alimentaria. No obstante, Sigal adelantó que con la liberalización de estos pocos agroalimentos, que no quiso especificar, “las economías regionales se van a ver muy favorecidas”.
Los mexicanos también debieron resignar aspiraciones, al no alcanzarse un acuerdo para incluir en el ACE 6 productos textiles, una industria sensible para Argentina. “El universo que comenzó a negociarse, con una base de 2.000 líneas arancelarias, quedó reducido a casi 1.500 porque quedaron afuera los textiles debido a que hubo desacuerdo entre los sectores privados”, precisó el subsecretario, aunque remarcó que estas posiciones tarifarias “no eran importante desde el punto de vista económico”.
Según lo que se había negociado hasta principios de año, la liberalización se hará en tres canastas, una que incluye artículos de desgravación inmediata a la vigencia del acuerdo, otra a cinco años y la de mayor plazo a diez años.
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