El sector exportador de Nicaragua marcha hasta ahora a buen paso, empujado por diversos factores que le permitieron cerrar los primeros ocho meses del 2007 con un crecimiento por el orden del 18 por ciento, un ritmo que se viene registrando especialmente en los últimos dos años.
Buenos resultados productivos de rubros como el azúcar, obtenidos durante la zafra 2006-2007; precios internacionales al alza como el caso del café, y mariscos como langostas; y la consolidación de mercados como
los de Estados Unidos y México, con los que Nicaragua tiene en vigencia tratados de libre comercio, están siendo responsables en parte del buen pulso que, hasta ahora, registran las exportaciones.
Esto pese a la desaceleración de la economía nacional en su conjunto, lo que incluso ha llevado al Banco Central de Nicaragua (BCN) a rebajar las previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir el valor agregado de la producción, que este año rondaría entre el 3.7 y el 3.9 por ciento, frente al 4.2 por ciento previsto inicialmente.
El BCN destaca, en un informe, el “buen desempeño externo” al confirmar que se mantiene en pulso positivo exportador, tal como ha ocurrido desde el 2004.
Balance preliminar
Un informe preliminar del Centro de Trámite de las Exportaciones (Cetrex) refiere que, entre enero y agosto pasado, las exportaciones nacionales, sin incluir los productos de zonas francas, generaron poco más de 858.6 millones de dólares, frente a los 721.8 millones de dólares del mismo período pero del año 2006.
En ese balance se confirma además que Norteamérica, integrada por México, Estados Unidos y Canadá, así como Centroamérica, se fortalecen como los principales mercados para las exportaciones nicas.
Roberto Brenes, gerente general del Centro de Promoción de Exportaciones (Nicaexport), recuerda que el ritmo de crecimiento de las exportaciones se viene dando desde hace más de dos años, por lo que no es contradictorio con los indicadores de la economía en general que apuntan a una desaceleración.
En tal sentido se mostró optimista y asegura que, si se mantiene el actual ritmo exportador, el país podría cerrar el 2007 por encima de los 1,200 millones de dólares en exportaciones.
Los cálculos oficiales del BCN son, en este aspecto, más conservadores, ya que estiman que las exportaciones sumarían alrededor de 1,130 millones de dólares.
El peso
No obstante, el economista Alejandro Arauz, quien ve positivo el crecimiento que mantienen las exportaciones, aclara que el nivel de las mismas constituye un porcentaje aún moderado con respecto a la producción en general del país, es decir el valor bruto de la producción nacional.
“Las exportaciones constituyen entre el 25 y el 30 por ciento de este indicador”, dice.
Además, afirma que “el grueso” de las exportaciones está concentrado en tres productos: café, azúcar y carne, lista a la que las cifras oficiales le añaden los lácteos.
Es decir, el país aún no logra diversificar su oferta exportable, que lo podría hacer con un mayor empuje del sector agroindustrial y manufacturero, para darle más valor agregado a productos primarios.
En términos generales, Arauz considera que las exportaciones nacionales son estacionales, es decir se mueven de acuerdo con la salida de los productos agrícolas, lo cual refleja los vaivenes en el indicador, de forma que no necesariamente un mes es similar a otro, como podría expresarse con las exportaciones industriales.
Por ello, agrega que el Gobierno debe promover una política de desarrollo para el sector exportador, aprovechando que la situación en Estados Unidos y otros socios comerciales importantes para Nicaragua, ha favorecido los precios de varios de los principales productos de exportación.
El economista Arauz recuerda que si esa economía se desacelera o entra en recesión, es decir si llega a registrar un comportamiento negativo, el precio de varios de los productos podría desplomarse. “Hay que aprovechar los nichos de mercado”, agrega.
Pequeños y también grandes
Enrique Zamora, gerente general de Agropecuaria Lafise, sostiene que uno de los puntos más positivos de este crecimiento de las exportaciones, es que está beneficiando a pequeños productores, ya que parte de los rubros exportables son cosechados por este segmento, a excepción del azúcar, para citar un caso.
El café, el frijol y los quesos son algunos de los rubros que mayormente son cosechados o elaborados por pequeños y medianos productores.
Zamora, también presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), reitera que a diferencia de la economía en general, las exportaciones tienen un ritmo propio que se viene expresando desde años anteriores, en parte por la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica y República Dominicana con Estados Unidos (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
Una de ellas, dice, es que Nicaragua pudo exportar esta semana pulpa de pitahaya, en una batalla que llevó más de diez años y que “abre nuevas perspectivas para los pequeños productores nacionales”.
El sector exportador nica también podría seguir beneficiándose de los buenos precios internacionales de algunos productos, especialmente alimenticios.
Los precios internacionales de alimentos seguirán en alza impulsados por el crecimiento de la economía mundial y por la fabricación de combustibles, proyectó esta semana el ministro de Agricultura de Brasil, Reinhold Stephanes, en una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo, citada por la agencia EFE de noticias.
“El ministro, él mismo un productor agrícola y diputado, dice que no hay previsiones de una recesión en la economía de Estados Unidos, sino en todo caso una disminución del ritmo de crecimiento”, informó EFE.
Pero Estados Unidos enfrenta, desde hace varios meses, una crisis del sector de créditos hipotecarios, lo que ha llevado a miles de clientes a dejar de pagar o atrasar el pago de sus hipotecas.
Muchos temen que esta situación afecte la economía del vecino del Norte.
Pero la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, recortó su tasa básica de interés en medio punto porcentual, a 4.75 por ciento, ante la crisis de los mercados inmobiliario y de crédito.
La decisión de recorte era esperada con ansias, y era vista como una forma de reducir la presión sobre los mercados inmobiliario y crediticio, y evitar una potencial recesión en la mayor economía del mundo y el principal socio comercial de Nicaragua. Por Luis Núñez Salmerón. La Prensa
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