El Salvador ha ganado el litigio que mantenía con México desde hace dos años por incumplir lo pactado en el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre ambos países en 2000, que establece beneficios mutuos como la exportación de ciertos productos libres de aranceles. Hasta este momento, los mexicanos podían exportar sus medicinas a El Salvador sin pagar tasas, pero no así los salvadoreños.
El estado salvadoreño espera que México elimine las restricciones en un plazo de tres meses.
La ministra de Economía salvadoreña, Yolanda Mayora, ha recordado que, si México incumpliese esta resolución, se aplicaría el máximo arancel a las mercancías que este país exportase a El Salvador.
Según Mario Ancalmo, presidente de la Asociación de Industriales Químicos Farmacéutico (Inquifar), los empresarios farmacéutico esperan que las ventas de medicamentos salvadoreños aumenten al menos un 25% cada año, lo que convertiría al país centroamericano en un valioso proveedor de uno de los mercados más importantes de Latinoamérica. Hasta este momento, las exportaciones al país azteca han crecido a un ritmo del 12% anual.
Ancalmo ha afirmado que, con esta apertura, las 15 farmacéuticas salvadoreñas que ya cuentan con infraestructura en México podrían volcar allí una cuarta parte de su producción.
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